Desde hace 3 años la escuela técnica Nº 4-161 José Miguel Graneros, de Gustavo André, organiza el Concurso de Licores para escuelas con orientación agraria de la provincia.
La actividad se llevó a cabo ayer con el patrocinio y la colaboración del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Técnicos del organismo y alumnos de la carrera de Enología de la Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) conformaron el jurado, que eligió ganadores en cuatro categorías. Una de las juezas, Jimena Dalla Torre, dijo que la misión del grupo “es ver, oler y probar los productos, y lo que olemos nos tiene que recordar a la materia prima con que se elaboró la bebida”.
Las escuelas participantes fueron Miguel Amado Pouget (Guaymallén); Agustín Álvarez (Capital); Galileo Vitali (La Paz); Martín Croce (Santa Rosa), Armando Figueroa, Moisés Chade y Humberto Valestra (San Martín); 4-239 (s/nombre) y 4-197 (s/nombre), ambas de San Rafael; Julia Silva de Cejas (Tunuyán); Cens 4-038 (Junín); Arturo Jauretche (Luján de Cuyo); Tito Francia, Juan Bautista Alberdi y la anfitriona, las tres de Lavalle.
La actividad se enmarca dentro de la especialización y prácticas de las escuelas técnico agrarias de la provincia.
Futuros emprendedores
Cada colegio participó con un stand donde promocionaba sus productos y presentaba cuatro opciones: dos licores macerados (uno tradicional y otro original) y dos no macerados (uno tradicional y otro original).
La escuela anfitriona, la Graneros, presentó un licor de algarroba, el fruto del tradicional árbol del secano lavallino. Marisol Pelandino (17), alumna de 6to año, sostuvo que la intención fue promover el algarrobo “por ser un alimento tradicional que utilizaron generaciones anteriores de la zona”.
También hicieron degustar bebidas de albahaca, dulce de leche y una sangría mexicana (vino malbec y limón).
Otra cursante, Gabriela Jofré, explicó que en el cursado reciben herramientas y nociones que “nos permiten preparar los licores”. Esta alumna dijo que está interesada en desarrollar habilidades enológicas y manufactura de artesanías para anexarlas a las prestaciones de una finca con ganado caprino, que sus padres poseen en la localidad de Asunción.
A Axel Fernández, del mismo establecimiento, le gustaría una vez recibido vender licores artesanales a través de un microemprendimiento.
La escuela Chade, de Alto Verde (San Martín), concurrió a la prueba con licores de mandarina, maní con chocolate, piña colada (elaborada con coco, ananá y banana) y maraschino. Las alumnas Luciana Palma, Daniela Toledo y Agustina Grattán juzgaron que “año a año se consigue mejorar la calidad y el aspecto de los artículos”.
Y añadieron: “Lo que logramos vender nos sirve para comprar nuevos insumos”. Estaban acompañados del monitor en la experiencia, Daniel Toledo, encargado de la pequeña bodega del colegio.
Bebidas para todos
El único Cens que concurrió fue el de La Colonia (Junín). Los cursantes Antonela Manquez (21) y Jonatan Torres (22) fueron sinceros: "Todo lo hacemos con esfuerzo, nuestro pequeño laboratorio es básicamente una cocina".
Así y todo, participaron con licores tradicionales a base de miel, menta, banana con dulce de leche y mandarina con manzana. Inclusive se dieron el gusto de convidar a los asistentes pequeñas dosis de Bloody Mary, el tradicional trago inglés a base de tomate.
La muy popular escuela agraria paceña Galileo Vitali, con más de medio siglo en la enseñanza agropecuaria, acercó varios productos, incluido un sabroso lemoncello, un clásico italiano que surge de la maceración de limones. El año pasado habían ganado con un licor original, cereza a la cerveza.
Una de las escuelas técnico agrarias pioneras de Mendoza, la Miguel Amado Pouget, asistió con el festejo de su aniversario en la espalda. El jueves pasado el colegio de El Bermejo cumplió 70 años de trayectoria. Franco Catalfano (19) y Bruno Argüello (18) explicaron que “este añohemos decidido innovar y maceramos por separado la flor de la manzanilla y el fruto del algarrobo, y nos salió un licor que creemos es innovador”.
Del sur de Luján de Cuyo llegó la escuela Arturo Jauretche, basada en el distrito de Ugarteche. Participaron de la degustación con un crédito: un licor de cedrón, paico y burro.
Los estudiantes Adriana Gómez (19), Sergio Mamani (18), Wilson Burgos (19) y Nerina Flores (18) adelantaron que “esperamos a todos a nuestra Feria del Vino, que se hará en noviembre en nuestra escuela”.
Las condiciones de los alumnos de la Jauretche, en un medio netamente rural, son más difíciles que las de otros estudiantes. “La escuela -resumieron- nos da apoyo a través de asistentes sociales, inclusive a las chicas embarazadas y a quienes quieren abandonar los estudios”.
La directora de la Graneros, Marcela Martínez, expresó al finalizar al jornada, a modo de balance, que “el jurado calificó de ‘muy buena calidad' los productos realizados por los alumnos”.
Cabe destacar que la preparación de un licor consiste en la maceración en alcohol etílico de las distintas frutas durante un período de tiempo, que va de 5 días para los no macerados, y de hasta 4 meses para los macerados. Luego se procede con la filtración.
Los ganadores
El jurado del concurso calificó los productos de acuerdo a su calidad, madurez, originalidad, consistencia y sabor.
Las 4 categorías y los colegios ganadores fueron los siguientes:
Licor macerado tradicional: escuela 4-038 Arturo Jauretche, con un licor de limón.
Macerado original: escuela 4-197 de La Guevarina (San Rafael), por su licor de cedrón.
No macerado tradicional: escuela 4-026 Juan Bautista Alberdi (Lavalle), con un licor de dulce de leche.
No macerado original: otra vez la Alberdi, con un licor de crema de limón.