A los "no hables con extraños" y "no aceptes golosinas en la calle" que marcaron nuestra infancia se les suma hoy una nueva advertencia: "No chatees con desconocidos", que debería estar en boca de todos los padres actuales.
Los casos de grooming o ciberacoso han proliferado en los últimos años en todo el mundo al compás de la masificación de internet, por eso especialistas mendocinos indicaron que es fundamental que se trabaje con los niños y adolescentes en la concientización, así también como en las recomendaciones para no ser víctimas de estos abusadores.
"Según distintos estudios de las fuerzas internacionales de seguridad que luchan contra los delitos sexuales virtuales cometidos contra menores en la red, siete de cada diez menores han sido contactados en las redes sociales por depredadores sexuales. El número ha subido, si se tiene en cuenta que hasta no hace mucho tiempo eran sólo dos de cada diez", explicó Jorge Chaves, abogado especializado en adolescencia y delitos informáticos.
"Para que los padres puedan detectar posibles casos de grooming es fundamental que escuchen a sus hijos. No se trata sólo de dar interminables sermones y desentenderse, sino estar atentos a si nuestros hijos nos dicen que han estado chateando y mencionan un nombre que no hemos escuchado nunca. Hay que entender que el adolescente se siente omnipotente en internet y cree que nunca le van a pasar estas cosas", agregó a su turno la psicóloga especializada en niñez adolescencia Nancy Caballero.
Desde la DGE, en tanto, indicaron que el nuevo protocolo de actuaciones contempla el cómo actuar frente a potenciales situaciones de ciberacoso. "Desde el año pasado se está capacitando a docentes y a alumnos tutores para que trabajen en la concientización y advertencia de estos delitos", destacó Diego Ruiz, de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares (Doaite).
Riesgo latente
El término ´grooming' deriva del verbo en inglés ´groom', que en una de sus tantas acepciones se refiere a conductas de "acercamiento o preparación para un fin determinado".
Con la proliferación de las redes sociales como Facebook y el surgimiento de un nuevo mundo virtual (con sus respectivos vínculos y relaciones), también se generaron nuevos delitos. Uno de ellos es el grooming, que incluye todos aquellos actos o conductas desplegados en el mundo de internet por pedófilos -u otros individuos con intenciones non sanctas- (denominados groomers) con un único objetivo: ganar la confianza de chicos o adolescentes para poder cometer su abuso. Estos delincuentes tejen su red de confianza recurriendo a una identidad usurpada, logrando buena onda, empatía y hasta contención emocional en el chico.
"Las redes sociales son el ámbito donde más se exponen los adolescentes, ya sea subiendo fotos o videos y hasta contando cuestiones muy íntimas. Un uso imprudente y poco responsable puede ponerlos en apuros, porque estas bazofias (los ciberacosadores) nunca se presentan como tales. Suelen usurpar la identidad de otro, muchas veces alguien famoso, o bien crear una nueva y falsa. Eligen un nickname (apodo) que atraiga a los chicos y hacen toda una investigación por el mismo Facebook para conocer el entorno social de las posibles víctimas. Esto incluye música, bandas de moda, ropa, boliches y recitales", continuó Chaves.
Para el abogado, la señal de alarma es cuando estas personas, que hasta hace no mucho tiempo eran completos desconocidos, le piden a los chicos fotos íntimas o hacen comentarios con connotaciones sexuales. "Son tipos que manejan muy bien la tecnología y pueden hacer mucho daño a familias enteras", se explayó.
Cómo prevenir
Caballero consideró que en este tipo de delitos o situaciones se torna más que difícil la prevención. "Debe estar basada en la confianza, la comunicación y en estar atentos a las charlas. Los padres van a poder descubrirlo cuando escuchen al chico, cuando éste les diga algo que evidencie que algo ha cambiado", indicó la psicóloga.
Desde su óptica, hay algo que es muy difícil de negar y es que muchas veces los chicos creen que esas cosas les pasan a "los tontos" y que ellos están muy lejos de serlo. "Es todo un engaño el que se crea y atrás hay un tipo enfermo que manipula las situaciones. Se involucra en la vida social y va llevando a los chicos a un terreno en el que los empujan a acceder a los chantajes. Y los obligan a mandarles fotos desnudos, amenazándolos con ventilar intimidades y hasta contarle a sus padres lo que están haciendo", especificó Caballero.
"Es clave que escuchemos lo que nos cuentan y estemos atentos a si nos dicen que han estado chateando con algún amigo cuyo nombre nunca hemos escuchado. Siempre ha habido abusadores, pero cuando media internet como herramienta, bajan mucho las defensas", indicó. Y reflexionó en que a ciertas edades los chicos no deberían tener perfiles en las redes sociales. "No es autoritarismo, es cuidado", sentenció.
Chaves, en tanto, recomendó tener un filtro al momento de dar y hacer pública información por las redes sociales: "Si el adolescente decide salir o juntarse con alguien que conoció por internet, es clave que primero recabe toda la información que pueda sobre esa persona. Hay que recordar que por internet se puede mentir y crear una identidad falsa. Es importante nunca ir solo con esa persona y pedirle a algún amigo o amiga que lo acompañe".
Entre las recomendaciones, el abogado destacó que es clave que los jóvenes avisen siempre a los padres dónde y con quién van a ir. "Cuando están chateando, es recomendable que los chicos limiten la conversación a aspectos generales y triviales de la vida. Y que se detengan en el tipo de preguntas que hace la otra persona, así como también por dónde quiere llevar la conversación. Nunca hay que ventilar cuestiones personales o familiares ni acceder ante pedidos o insinuaciones sospechosas, que puedan comprometer la integridad sexual", sentenció.