“Los cotos fueron creados para otorgarle a los cazadores de poca resistencia física pero abultado bolsillo más posibilidades para encontrar sus presas y rematarlas”.
Asi de contundente es el comienzo a una carta abierta enviada a gobernación y que circula por las redes sociales escrita por Oikos, la ONG ambiental que fue clave para sancionar la Ley que limita la minería a cielo abierto en la montaña.
"En 2003 el gobierno de Julio Cobos aprobó la creación de un registro de cotos de caza, la regulación de la actividad dentro de estos recintos, y la inscripción del primer coto de caza en Tupungato
”, recuerda.
“En 10 años ese sitio ha sido inspeccionado solo 3 veces, ya que la escasez de personal y la multiplicidad de tareas hacen casi imposible un régimen de inspecciones con la frecuencia necesaria como para hacer eficaces los controles”, dice Oikos.
El coto de ciervos rojos
,
recuerda Oikos, fue sometido al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental en 2009, durante el gobierno de Celso Jaque
.
“Pero este procedimiento se hizo sin incorporar la participación pública y con un tipo de estudio ambiental que no reúne las características mínimas deseables para evaluar la actividad propuesta, en abierta violación a la ley 5.961/92”.
Según la red ambiental, “los mismos investigadores del IADIZA (Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas) dictaminaron que ese emprendimiento era perjudicial para los esfuerzos de conservación de la naturaleza de nuestra provincia, aportaron numerosos estudios que demuestran los impactos que provoca la introducción de animales exóticos y dieron su opinión desfavorable, pero increíblemente desde la Secretaría de Medio Ambiente revirtieron el dictamen y habilitaron sin más el primer coto de caza de la provincia”.
Es más: Oikos asegura que este visto bueno se produjo justo antes de que se sancionara la Ley que crea el Parque Provincial Cordón del Plata, ya que los ciervos pululan muy cerca de las áreas protegidas y son una especie ajena a Mendoza.
“Y hace unas semanas salió a la luz este entuerto y todas las desprolijidades de un proceso irregular que permitió la instalación de los cotos de caza en Mendoza, a pesar de la opinión contraria de una inmensa mayoría de los ciudadanos”, dice la ONG. Luego pide “en nombre de miles de mendocinos” que Francisco Pérez “dé una respuesta institucional a este atropello” y que “nunca más un gobierno ceda ante los poderes corporativos”.
A continuación le solicita habilitar una sesión extraordinaria en la legislatura para que los legisladores oficialistas acompañen los proyectos de ley de prohibición a futuro de los cotos de caza en la provincia o que el mismo Ejecutivo envíe el proyecto de ley.
Dos cotos habilitados: uno de ciervos y otro de jabalíes
La polémica comenzó en Valle de Uco, cuando vecinos se enteraron de que se estaba pidiendo autorización para sumar un nuevo coto al ya existente de ciervo rojo.
El director de Recursos Naturales Renovables, Daniel Gómez, dijo que no había pedido autorización para un nuevo coto de caza de ciervos que generó polémica en Valle de Uco, aunque reconoció que existen dos habilitados en Mendoza.
Uno está en La Paz y ofrece cazar jabalíes, una especie cuya caza es legal. El otro está en La Carrera y se promociona como un coto de lujo para matar ciervo rojo.
"Un coto de caza autorizado no tiene que ser visto como una ilegalidad ya que si se hace todo el procedimiento puede quedar habilitado", explicó el funcionario.
Respecto del que se promociona ofreciendo ciervos para la caza, Gómez aseguró que la introducción de esa especie en Valle de Uco corre por cuenta de Senasa y no de Recursos Naturales, ya que se anota como ganado y animal de criadero.
Sin embargo, el ciervo pulula por zonas que son parte del Parque Provincial Tupungato, un “área protegida” que abarca desde 30 kilómetros de la Villa Cabecera hasta el límite con Chile, y no se sabe a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias de la introducción de esta especie en la zona.
“En la provincia tenemos habilitado la caza deportiva en campos privados, con autorización correspondiente, la portación de arma con el carné de caza y la autorización de un privado. Pueden estar cazando las especies que tenemos habilitadas en la provincia, que es el chancho jabalí, liebre europea y el conejo silvestre”.
Gómez afirmó que la actividad es legal, aunque genere rechazo.
“La discusión es moral. Tenemos que pensar como provincia si queremos ofrecer este tipo de turismo”, dijo, y recalcó que el ciervo en La Carrera es autorizado y controlado por Senasa, un ente nacional
El coto ya habilitado en La Carrera ofrece a sus visitantes cazar ciervos rojos, una especie europea que fue introducida a la Patagonia argentina en 1906 y que no es oriunda de Mendoza
, aunque desde 1996 tiene autorización de Senasa para ser importado al país. Los ciervos provienen de criaderos del sur del país.
Sus propietarios cumplieron ya con todas las instancias administrativas y cuentan con la declaración de impacto ambiental. En una página llamada “Tupungato Hunting” (Caza en Tupungato), ofrece a los visitantes foráneos hasta alquilar armas para salir a cazar ciervos.
La página, además de dar instrucciones de cómo ingresar con armas a Argentina, obtener permiso de caza o alquilar un arma aquí, asegura que las “excelentes” pasturas de La Carrera favorecen la reproducción del ciervo.
“El visitante puede cazar ciervos montado a caballo o caminando, observando los bellos valles con binoculares". También ofrece cazar jabalíes. Pedido de informes
El diputado demócrata Aldo Vinci hizo un pedido de informe a Tupungato y a los dueños del campo que pidieron la autorización.