De aquellas ordeñadoras de vacas que en los tambos no contraían la enfermedad por la inmunidad que le producía el contacto con las vacas pasó mucho tiempo y enfermedades. Los que peinamos canas recordamos muchos niños con malformaciones óseas por la parálisis infantil eliminada con la vacuna.
Un médico me hizo un planteo razonable: si no hubieran aparecido los antibióticos, la humanidad hubiera desaparecido en la década del 50..
En nuestra unión vecinal una vecina murió de cáncer vaginal, entonces con la directora del Centro de Salud hicimos un censo de vecinas para realizar el Papanicolaou, y el papiloma a las niñas de más de 12 años. No tuvimos más casos.
Hoy nos encontramos con otro desafío, el ya famoso coronavirus que está haciendo estragos en la salud y la economía. Con toda la experiencia decimos Vacuna si, será tarea de nuestras uniones vecinales y centros de salud concientizar a los vecinos para remarcar aquella consigna de “Vivir es la ley del hombre”.
Hace 100 años el promedio de vida en nuestro país era de menos de 50 años, hoy es de 77. Hay que remarcar que hace 70 años que nuestro país tiene educación y salud gratuita, uno de los pocos de América Latina. Y cuenta con AMAT para legalizar todo tipo de medicamentos.