Estamos viviendo tiempos de supervivencia de la más grave crisis sanitaria que afectó nuestro planeta y trajo superlativos desafíos para el futuro de la condición económica, política, social y cultural de los pueblos.
Nuestro agrietado país todavía sufre los efectos de una pandemoniada recesión que destruyó esfuerzos y emprendimientos. Se cerraron fábricas, se agrandó el desempleo, se congelaron proyectos, enfermaron gravemente la educación y la paz social, se achicaron esperanzas de alcanzar metas de una mejor calidad de vida. Esos factores negativos golpearon, aún siguen golpeando, los sueños de hijos y nietos.
Resulta entonces formidable el estímulo que significan ciertos chispazos de energía resiliente que alumbran un camino hacia la recuperación.
En estos días está previsto el arribo al puerto de San Diego, California (EEUU) de un avión argentino. Es el PA-25 “Puelche” LV-KCJ, fabricado por mendocinos en las instalaciones que ocupa Laviasa en el Aeroclub San Martín.
Es el segundo exportado a aquel país (el anterior fue en 2012). El “Puelche” es el único avión argentino (en 95 años de industria aeronáutica nacional) certificado por la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA) para operar en ese país.
Encerrado en un contenedor, después de un largo “carreteo” hasta el puerto de Valparaíso, Chile y un” vuelo a ras del agua” por el Pacífico, aterrizará en la sede de una empresa en Arizona.
Es un pequeño logro (un pequeño “paso” diría Armstrong) pero que sumado a otros dos aviones, previsto entregar en el presente año a productores del Chaco, representa el gran “salto “que demuestra que después de la larga noche de pandemia, existen hombres y voluntades capaces, a pesar de tantas dificultades, de reavivar la llama que se encendió en El Plumerillo, hace 24 años.
*El autor es Director de Laviasa. Contacto: rjengroba@hotmail.com
