A propósito del reciente fallecimiento de la actriz y cantante australiana Olivia Newton-John, ocurrido el pasado 8 de agosto, quise extender a los lectores un momento compartido hace muchos años con la célebre intérprete.
Ocurrió en el verano de 1986, en Los Ángeles. Por entonces yo me desempeñaba como cónsul general de California y Arizona (1982-1986) por nuestro país. Había recibido una invitación para presenciar un partido de polo en la ciudad de Los Ángeles, del que participaban varios deportistas argentinos, entre ellos Gastón Dorignac.
Se dio la situación de que estaban en el mismo evento algunas celebridades del Séptimo Arte, como la actriz Olivia Newton-John y el conocido actor Robert Mitchum.
Olivia, famosa por entonces por su interpretación de Sandy en la película “Grease”, el musical que protagonizó junto con John Travolta, resultó ser una mujer muy cálida, sencilla y amable. Conversamos brevemente con ella y nos contó que era admiradora de los petisos argentinos y que le gustaba mucho la práctica del polo.
En la fotografía se observan, de izquierda a derecha, al bioquímico santafecino Ariel Vijod, colaborador del consulado, a la fallecida Olivia y al autor de estas líneas.
Jorge Lidio Viñuela
Diplomático de carrera jubilado