En adhesión al lema Malvinas nos Une, y en homenaje a los 40 años del intento de recuperación de nuestras islas, propongo imponer el nombre y apellido de los soldados “caídos en cumplimiento del deber”, en la guerra de 1982, a todo accidente geográfico existente en nuestro sentido archipiélago.
Bautizar con esos nombres a golfos, costas, bahías, ríos, ensenadas, canales, puertos, montes y radas; en una palabra rebautizar a todos los lugares que lleven denominaciones de origen inglés y extranjero (excepto aquellas con nombre francés, holandés, español, etc.).
Un claro ejemplo es el siguiente: Puerto Stanley, así se denominaba el puerto principal y capital del archipiélago. Desde la guerra de Malvinas de 1982, lo denominamos como “Puerto Argentino”, una acertada y justa medida por todos aceptada y aún vigente desde hace 40 años.
Para dar otro ejemplo, pero ya como propuesta, como se ha dicho al comienzo, es imponer el grado militar y nombre y apellido del capitán Mario Hipólito González, oriundo de Palmira, a la actual isla María (frente a la desembocadura de bahía Laberinto) en la costa Este de Isla Soledad.
Si las islas son totalmente argentinas por razón, justicia y verdad, es que hacemos la propuesta.
Vamos a los hechos, aunque los ingleses reclamen y protesten, sin ningún tipo de derecho sobre las islas, que usurparon en 1833.
Será un profundo y perdurable homenaje a sus pioneros (gobernador Luis Vernet, al “gaucho” Rivero y los soldados que dieron sus vidas por ese pedazo ilustre del territorio argentino.