Lamentablemente nuestros políticos, usan sus cargos para nombrar familiares, amigos, u otras personas de su entorno.
Las arcas del Estado, han servido siempre, para acomodar amigos en el poder.
No siempre –por no decir casi nunca– se tienen en cuenta los méritos de esas personas que van a usufructuar un cargo, por el solo hecho de ser amigo de algún político.
De esta forma, el Estado se llena de personas que no siempre tiene la idoneidad necesaria para ejercer el cargo que se le ha regalado.
No hay mérito.
No hay capacidad muchas veces.
Solo el tener un amigo en la política para entrar a recibir un sueldo que muchas veces no se justifica.
La queja es razonable, porque no se usa el dinero de los contribuyentes para que el Estado funcione bien, sino para acomodar a amigos o parientes que no tienen muchas veces, ningún mérito para ocupar el cargo que le han regalado.
Los sueldos se pagan mediante el aporte de los sufridos contribuyentes y muchas veces se desperdician porque el beneficiado, no tiene los méritos y la capacidad necesaria para ejercer el cargo que livianamente le consiguió el político amigo.
Desgraciadamente hay muchos, tal vez demasiados políticos que lograr conchabar a parientes y amigos, que solo engrosan las nóminas salariales.
Pareciera que este gobierno quiere cambiar esa práctica abusiva.
Si ello es lo que se está proponiendo, necesita que del apoyo de todos.
Debe terminarse con esa mala práctica de acomodar al amigo en cargos.
Es necesario desterrar de cuajo esta mala práctica que se ha venido practicando en nuestro país desde hacen muchos años a esta parte.
El Estado debe emplear a personas idóneas que logren con su capacidad y experiencia el engrandecimiento, mejorar el bienestar del pueblo todo.
* El autor es abogado. DNI:6.800.735
