Escribo en referencia a la nota de este diario del 23 de marzo, donde se destaca la ordenanza del Concejo Deliberante de la Ciudad de Mendoza aprobada por unanimidad, cuyo proyecto fue presentado por el intendente Ulpiano Suárez, que dispone sanciones a quiénes incurran en acciones que puedan afectar a otras personas, especialmente mujeres en situación de acoso callejero, piropos, ademanes obscenos, silbidos, tocamientos etcétera, serán pasibles de una primera multa de $50.000.
Esto tiene similitud con una disposición promulgada por el jefe de Policía de Capital Federal Coronel Ramón L. Falcón, el 28 de diciembre de 1906, para sancionar las mismas causas esgrimidas en la ordenanza de nuestro municipio capitalino. Si hasta el monto de multa es el mismo, hoy 50 mil y en ese tiempo 50 pesos.
Esto dio título a un tango con letra y música de Ángel Villoldo: “¡Cuidado, con los cincuenta!”, que dice: “Una ordenanza sobre la moral decretó la dirección policial y por la que el hombre se debe abstener decir palabras dulces a una mujer. Cuando una hermosa veamos venir, ni un piropo le podemos decir. Y no habrá más que mirarla y callar, si apreciamos la libertad, caray... No sé por qué prohibir, al hombre que le diga un piropo a una mujer ¡chitón! no hablar porque el que se propase ‘cincuenta’ le harán pagar”.
Javier “Pocho” Aciar. Socio Fundador Ateneo del Tango de Mendoza