Pero como estaba dicho aparato con volumen suficiente de sonido, nos enteramos que contando con el apoyo de otros dirigentes y “dirigentas” (sic), había planteado la expulsión de otro diputado, esta vez de otro partido, por haber propuesto la aplicación de la pena de muerte en nuestro pais.
Por lo visto, en la Argentina de hoy, campean nuevos dogmas y quien quiera que se atreva a plantear su duda u oposición contra ellos, los nuevos sumo pontífices que resguardan tales dogmas, inmediatamente quieren expulsar de sus templos a los herejes, e inclusive penarlos, como el menguado al que me refiero, quien amenazó con recurrir a denuncias penales contra el transgresor.
Los mismos clérigos del nuevo credo inviolable, se autotitulan “progresistas”, cuando nos hacen retroceder cientos de años , destrozando los conceptos de Libertad de Pensamiento y de Expresión, que creíamos que ya estaban definitivamente consagrados.
Todo esta situación me hace pensar que cualquier sujeto con suficiente capacidad de serpenteo en la política, llega a ocupar altos puestos en el quehacer democrático de nuestro país, sin importar su nivel intelectual , ni la suficiente capacidad de tolerancia que tales cargos suponen.