En los cielos, habitan dos fuerzas contrapuestas, comandadas por el Arcángel Miguel y por el mentiroso Lucifer.
La primera, bajo el influjo divino del amor al prójimo, la concordia, la paz universal.
Y, la segunda, con su propósito de engañar, confundir, promover odio, destruir la paz social, en familias, en pueblos, en naciones.
Estas dos fuerzas contrapuestas, hasta el final de los tiempos de resurrección, estarán presentes.
Milei, permanentemente está invocando la protección de las fuerzas del cielo.
Blasfema, insulta, promueve el odio y la inequidad social, ofende la dignidad humana y desprecia el bien común y el Estado, con un lenguaje público, agresivo y soez, sin “caridad efectiva con el prójimo” ni “compasión que comprende, asiste y promueve”.
Así, evidencia a cuál de las dos fuerzas del cielo invoca.
Sin recorrer el camino de la belleza, no habrá niños sin hambre, ni viejos con asistencia.
Y…, como dice Pepe Mujica, “la pasión es el empuje del conocimiento y el fanatismo es la ceguera que termina en odio, y creo que eso no conviene a ninguna sociedad”.
¿Argentina… necesitará un exorcismo?
Ángel Tetilla. DNI 8.148.597 . Arquitecto.
