Cuando alguien llega a vivir a estos pagos es común que se presente y se ponga a disposición, para lo que necesite (te dice).
Desde hace un tiempo, para las fechas patrias, su finca siempre está embanderada, y además tiene un letrero que invita a retirar una escarapela, que ella misma confecciona.
Al consultarle acerca de esta costumbre, ella explica que tenía unos vecinos venezolanos, y las primeras fueron para ellos.
Después, bueno, se fue corriendo la voz, y no faltan quienes pasan a buscar su cintita azul y blanca.
Así que ya lo saben, si para la próxima fiesta patria les falta una escarapela, pueden pasar por su casa.
Seguramente Cristina estará dispuesta a dar una mano y se sentirá muy feliz de que luzcan sus escarapelas.