Resulta evidente que no habrá vacuna disponible hasta por lo menos mediados de 2021. La cifra de contagios se incrementa y hay una relación porcentual con las muertes. Entonces hay que proceder racionalmente, con medidas básicas que son: 1. Usar barbijos, que no es solo cubrebocas, sino que debe cubrir la nariz. También es deseable alguna protección para los ojos, que son otra puerta de entrada para el virus; 2. Mantener la distancia social de dos metros; 3. Lavarse las manos con frecuencia, en especial luego de tocar superficies que puedan estar contaminadas. Estas medidas son preventivas y, al mismo tiempo, protectoras del prójimo y deben respetarse en todo momento, aun en reuniones con amigos o familiares. Adicionalmente, salir lo menos posible y guardar cuarentena si hay síntomas sospechosos. Si todos procedemos así, los contagios disminuirían. Hay que dejar de lado la argumentación inconducente de que tener que respetar estas medidas coarta la libertad, o es autoritarismo u otras excusas por el estilo. A su vez las autoridades deben ser expeditivas. Locales autorizados en que no se respete el uso de barbijos y las distancias, deben ser clausurados. En Francia acaban de prohibir por ello el funcionamiento de bares y gimnasios.
La vacuna es el barbijo
El lector opina sobre el coronavirus.
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