Las últimas elecciones pone en evidencia el comportamiento errático e inexplicable de gran parte del electorado.
Para no entrar en detalles, un Massa camaleónico (cambia según la ocasión), mentiroso (dice y se desdice), de oratoria envolvente y convincente, es un buen ejemplo de un político embaucador, que contradice su labor como ministro de economía en ejercicio, con la realidad angustiosa que padece la población.
Un periodo político corroído por la inseguridad y la corrupción; no obstante ello, es elegido por un tercio de los votantes, adormecidos, atontados, indiferentes a sus padecimientos, engañados nuevamente por supuestos cambios, incapaces de reaccionar....entregados.
Con esta actitud se está convalidando el robo al erario, la deshonestidad, el narcotráfico y la delincuencia que encuentran el campo propicio para sus actividades ilícitas.
Este Massa no es un “renacido”, el el mismo descarado de siempre.
En cuanto a Milei es un emergente de la política, impulsado por los medios periodísticos, con opiniones e ideas que se contradicen con el sentido común. Un anticasta que necesita y se vale de la casta, una incógnita de impredecibles consecuencias futuras.
Las cartas están echadas, aquellos de menores recursos que los votaron que no se quejen después, que padezcan como el resto de los argentinos, será que lo merecemos..¡que tristeza!
La indiferencia es el apoyo silencioso en favor de la injusticia.
Sergio Miguel Rovira. DNI 7.617.096