En conmemoración del sismo destructivo del 26 de enero de 1985, el Programa Memoria Viva y Participación Ciudadana y la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz, han lanzado una convocatoria para recopilar imágenes y recuerdos vinculados a aquella experiencia sísmica.
Los interesados pueden enviar sus aportes al correo [email protected], y una autorización para la publicación del material o presentarse en el Archivo de la Bodega Arizu (Belgrano 1322).
Ya han hecho sus contribuciones, entre otros, Verónica Tello, quien vivió durante un año en una carpa; Viviana Suárez que tenía 17 y Adrián, entonces de 15 años. También podría aportar su testimonio a ese sitio Gabriel Rey, ingeniero electromecánico de Godoy Cruz, quien vive en Quebec (Canadá). Esa noche de 1985 asistía como padrino al casamiento del músico Roberto “El Negro” Fiat, en el Camping de Luz y Fuerza, El Bermejo. “Comenzamos a cenar tarde. Yo ocupaba un lugar en la mesa cabecera, con los novios, los otros padrinos y mi novia. El temblor llegó con los postres. Hubo un primer movimiento al que todos respondieron con brindis y risas, pero enseguida llegó el gran sacudón. El salón quedó a oscuras y se movió todo. El pánico fue feroz y generalizado. La madrina, a mi derecha, y mi novia, a mi izquierda, se pusieron de pie e intentaron huir, como lo hacían casi todos. Mantuve la sangre fría. Puse una mano en el hombro de cada una y les impedí moverse. Con fuerza, porque estaban en pánico las dos. Miraba el gran ventanal a mi espalda y razoné como ingeniero: antes que el edificio se caiga, estos vidrios van a estallar. En ese momento saldremos por la ventana. No fue necesario. El edificio se comportó muy bien y no estalló ni un vidrio”.
* La autora es historiadora.