La publicidad abunda en títulos para la celebración: Día del Padre, del padre argentino, del Padre de la Patria, mientras insisten los empresarios y comerciantes desde hace unos años: “este festejo está muy cerca del Día del Niño y no nos conviene festejarlo (cuestión de negocio, aunque aprovechan la ocasión para mostrar ofertas, descuentos, cuotas accesibles, etc., etc.).
Mientras las familias se interrogan: ¿A que padre celebramos?
Pero seguramente se inclinarán por el Día del Padre como se hacía antes en las escuelas, ahora en el seno familiar.
Y por la Ley 5831/58 de la provincia. Aun en vigencia, pero que el “poder comercial no cumple y no respeta como corresponde, y que el Gobierno no hace cumplir”.
¿Harán falta medidas duras?
Después de 62 años, debemos extremar recaudos.
A pesar de los poderosos que se dicen, vamos a festejar el Día del Padre y a recordar al Libertador cuando fue padre de su hija Merceditas, en reunión familiar.