El dictamen mayoritario concluyó que “hubo una clara responsabilidad política y administrativa” del gobierno de Mauricio Macri, especialmente del ministro de Defensa, Oscar Aguad y de sus funcionarios más cercanos, tanto en los aspectos operativos y presupuestarios, como en la ocultación de información y el “desamparo a los familiares”.
Leyendo esta noticia, se me ocurrió hacer la siguiente cuenta: si desde esa fecha 18/7/19, hasta el 18/7/21, se hubieran hundido tres ARA San Juan por día, recién llegaríamos a la horrorosa cifra de 100.000 argentinos muertos por Covid-19, equivalentes a 2.273 submarinos hundidos.
También habrá, el 18/7/21, 2.273 submarinos, con 44 niños, niñas y adolescentes cada uno, con serios problemas de salud, esperando una respuesta del gobierno de científicos.
La pregunta surge sola: ¿qué haría la Comisión Bicameral investigadora sobre la gestión de la pandemia, que debería formarse si el Gobierno tuviera las mínimas condiciones de moral?
Sólo espero, deseo y rezo porque no permita que se hunda ninguno de esos 2273 submarinos que esperan. También deseo que esta sociedad enferma, a la que nada parece conmover, realice un gesto como el que hizo el mundo para con el ARA San Juan, y ponga todo su ingenio y esfuerzo para que esos niños vuelvan a ser niños y no futuros náufragos.
Lo hacemos por los hielos, por el clima, por los médicos sin fronteras, por los niños de Angola… ¿no podemos hacerlo por nuestros niños? La historia sabrá juzgarnos.