Descentralizar y que cada municipio sea responsable, no sólo de implantar árboles sino de su seguimiento y sobre todo de su irrigación; ya que después de llenarse la boca diciendo “hemos plantado miles de árboles”, estos mueren por falta de cuidado, especialmente de riego.
Hay cientos de ejemplos en nuestro departamento de Luján de Cuyo, como en toda la provincia; algo tan paradójico como el caso de muchos árboles muertos frente a la Facultad de Ciencias Agrarias donde algunos están siendo erradicados y muy pocos reemplazados por nuevas especies, que después terminan muriendo por falta de riego. Hay tres hermosos ejemplares de cedro que han muerto de pie mirando a la facultad y a pocos metros del caudaloso canal Cacique Guaymallén, revestido con cemento por el Departamento de Irrigación “para ahorrar agua” y privar de la misma a estos cedros. ¡Por Dios, qué falta de empatía y conocimiento!
Tener árboles muertos frente a la Facultad de Agronomía es como tener pacientes muertos frente a un hospital y no haber hecho nada para evitarlo.
Señores candidatos, no he escuchado ninguna propuesta firme y revolucionaria sobre política del arbolado público. La desforestación de Mendoza es tremenda, con solo volver la mirada atrás y comparar las márgenes de canales y acequias antes de ser permeabilizados, con el paisaje árido y triste de hoy.
Si no se actúa con urgencia, en menos de diez años volveremos a ser desierto.
Por favor tomemos conciencia y exijamos a las autoridades que asuman cartas en el asunto y recordarles que el arbolado público fue, es y será para los mendocinos, sinónimo de vida.
* El autor es médico, artista plástico y productor vitícola.
