Siendo docente de Música, hace unos años me propuse generar conciencia sobre las consecuencias que produce la contaminación auditiva en nuestros organismos y en nuestro entorne. Creé un proyecto que aplico con mis alumnos de nivel inicial y siendo este mi último año de actividad docente y al haber fallecido mi padre, pediatra y amante de la música, justo un 5 de junio de hace 10 años… deseo hacerlo extensivo a toda la comunidad.
El proyecto tiene como cierre una canción que resume cantando esta toma de conciencia. Se llama Sonidos bellos, dónde están. “Sonidos bellos que alegran los oídos/Sonidos bellos ¿dónde están/¿Dónde se han ido? tal vez se han escondido/En este barullo infernal/Barullo por las calles/Con bocinas y escapes sin control/Barullos con las máquinas/Del Hogar y la construcción./ La música cada vez más fuerte./La gente gritando por doquier./Cada día se hace más difícil/Comunicarse sin enloquecer./ Quizás si hiciéramos silencio,/Nos podríamos calmar,/Nuestros nervios y todo el organismo/Podríamos controlar./¡No a la contaminación!/Piden los oídos ¡Por favor!/Tomemos conciencia ¡Sí señor!/Y empecemos desde hoy! ¡Shhhhhhhhhhhhh!//
Adriana Kleiman - Profesora de Música
