El martes 16 de abril el colegio Corazón de María cumplió 60 años de vida, que fueron celebrados el viernes 19 con un acto protocolar y una misa en la institución, calle Rodríguez 853 de la Quinta Sección de Ciudad.
El origen de la historia se remonta a la fundación, en 1964, por la congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos), según el espíritu y carisma del fundador de la orden, San Antonio María Claret. Los padres claretianos, impulsados por la vocación educativa, salieron a buscar entre las familias del barrio a los veinte alumnos necesarios para poder completar el jardín de infantes y así ser incorporado el colegio como institución oficial. Parte del mobiliario para el jardín fue prestado por las Hermanas Claretianas y el resto se confeccionó en el Taller de Mantenimiento del Ejército.
A partir de aquellos modestos inicios, el Colegio Corazón de María fue creciendo sin cesar, siempre siguiendo una meta: la formación integral de sus alumnos, tanto en la preparación para la vida universitaria, profesional y social, como en los valores inspirados en una concepción cristiana del mundo y del hombre, en estrecha relación, como colegio confesional, con el Arzobispado de Mendoza.
Como parte de ese proceso de crecimiento, al jardín le siguió la escuela primaria. La incorporación del nivel secundario se logró en 1989, construyéndose al efecto un edificio propio inaugurado en 1991. Ese mismo año, la congregación de padres claretianos cedió el establecimiento a la Asociación Civil de Padres de Familia del Colegio Corazón de María, actual propietaria, que alquila el edificio al Arzobispado de Mendoza, que lo recibiera de los claretianos.
Hoy el Colegio Corazón de María cuenta con cerca de 800 alumnos y 130 empleados, y nuclea a unas 500 familias mendocinas, que lo eligen tanto por su formación en valores como por su excelencia académica. Puntos altos son el proyecto de inglés intensivo, la organización de talleres optativos de inglés e innovación tecnológica en contraturno -a partir de este año-. También, y centralmente, el fomento de la vida espiritual con las misas periódicas, las primeras comuniones, la fiesta patronal y la celebración de la familia expresada en muchas actividades que se coronan con la fiesta de fin de año.
La comunidad del Colegio celebró en estos días sus primeros 60 años de vida, proyectándose hacia el futuro, bajo la advocación y la protección del Inmaculado Corazón de María, educando y evangelizando en familia.
* Gonzalo Segovia es apoderado Legal del Colegio Corazón de María.
