Mi amado cerro ¿Por qué no te riegan, por qué no te cuidan?
Conozco cada una de tus piedras, tus vueltas, tus pinos.
He recogido piñas para regalar en cada vuelta que daba con mi bicicleta. ¡Con ella me lanzaba cuesta abajo a toda velocidad!
¿Quieren acabar contigo? ¿Por qué esa maldad contra la naturaleza?
De niño iba al zoológico y recorría tus calles.
Es cierto que no debimos tener encerrados tantos animales que ahora gozan de libertad en otros lados.
Al subir veía las cabras girar y girar en torno al poste.
Fotos acumulé muchas. Hasta tengo grabados tus senderos de descenso.
Hito de Mendoza y de la gesta Sanmartiniana. ¡Por qué no te cuidan!
Desde tus alturas veo la extensión de mi ciudad querida. Mendoza.
Qué decir ¿Acaso, hay indiferencia ante lo que no se sabe y no trae rédito político?
¡Mendocinos, no dejemos que muera nuestro cerro!