Parafraseando a Abelardo Arias y su novela “Álamos talados”, hago hincapié en la desidia y complicidad de varios organismos públicos que hacen vista gorda a la tala indiscriminada de álamos en los costados de muchas calles mendocinas.
Vialidad Provincial, con la excusa de cortar ejemplares que están quemados en sus bases, contrata a terceros para que tiren abajo, años de crecimiento vegetal, que nos dan protección y belleza. Se ven a la vera de algunos caminos, restos mutilados de árboles que dejaron tirados y sin ningún reparo como una burla hacia la sociedad, que también es cómplice con su silencio de estos atentados.
A veces se dice suplantar esos ejemplares mutilados con especies autóctonas, pero éstas no reciben el cuidado correspondiente para su crecimiento y mueren al poco tiempo.
He visto en calles internas del departamento de Junín, cuadrillas de obreros con sus motosierras derribando ejemplares para uso particular y ante el requerimiento del porqué, comentan que Vialidad los autoriza porque son “árboles peligrosos”.
Es verdad que muchos ejemplares han tenido su vida, secándose poco a poco y que es necesario reemplazarlos, pero no es justa la tala indiscriminada y desordenada que dejan restos que pueden gestar accidentes.
Los forestales son patrimonio de la humanidad y más en nuestra Mendoza donde un árbol es sinónimo de progreso y bienestar y es el resultado del trabajo de personas que piensan en futuro.
Levanto mi voz por el futuro de esta generación, por el bien de todos, porque sin árboles la tierra cada vez está más yerta, sin oxígeno y sombra y sin esperanzas.
Oscar Alberto López DNI 13.450.871. Junín