Era muy chica cuando llegue a mi casa nueva, en toda la manzana solo había 4 casas dispersas, el resto, viñas que se resistían a desaparecer, claro eran tierras de la bodega Filippini.
En la esquina de Aristóbulo del Valle y Javier Morales había un surtidor público. Venía mucha gente y como no existían los bidones plásticos, llenaban con agua damajuanas de vidrio, forradas de mimbre.
Al escribir este recuerdo, busco, busco… pero no hay fotos, tampoco está el surtidor. La modernidad y las reformas se lo llevaron, ¿Por qué no saqué fotos? Será porque crees que la historia no se mueve, que iba a quedar allí como referente de un momento del pasado de nuestro barrio.
La calle era acompañada por un zanjón, que nacía en la hijuela de Las Tortugas, que nacía del canal Gozap Mayu, llamado así antes de la llegada de los españoles. Hoy todos lo conocemos como canal Cacique Guaymallén. Era el zanjón donde nos pasábamos horas buscando tesoros, en sus aguas barrosas que al irnos secando quedábamos duros y la piel blanca.
¡Qué infancia!, esquinas de campeonatos de payana, calles testigos de aprendizajes de andar en bici, en karting caseros, solo madera y ruedas de rulemanes.
Las casas importantes de la calle de mi infancia, el Chalet de Bassi, hoy restaurante Cibao. Años más tarde tuvimos capilla y los días del niño, era el refugio de todos, la capilla ofrecía diversión, toda la tarde, el palo enjabonado, atrapar al chancho, cuantos recuerdos.
Otro momento imborrable del recuerdo, la hora de almuerzo, todas las madres salían a gritar nuestros nombres, era casi todo campo y las voces de nuestras madres llegaban a todos los rincones.
Hoy mi calle Aristóbulo del valle ya no es la misma. Las calles están asfaltadas; hay tránsito hasta de micros; la hijuela de los tesoros se encuentra canalizada y con agua clara; la capilla es iglesia y todos crecimos, nos queda la nostalgia y las historias de la infancia en nuestra memoria.
*La autora es de la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz.