Creo en lo cierto del contenido de esa frase, pero para que se concrete, el ejemplo debe traducirse en hechos acorde con la expresión sincera y veraz de lo que se dice. Ambos deben exteriorizarse en la actitud de la mayoría de quienes ejercen el poder político, empresarial, sindical, educacional, y de todos nosotros.
Lo cierto es que entre las altas jerarquías del poder ejecutivo, judicial y legislativo brilla por su ausencia en número considerable, tanto personalmente como en su entorno; peor aún en la mayoría de los sindicatos comprendido el educacional. Igual en el mercantilismo avaro de los empresarios, o en el accionar neofacista disfrazado de democrático de los dirigentes políticos partidistas. etc.
Basta de palabras y verborragia, necesitamos ejemplos que se traduzcan en los hechos y la veracidad de lo que publicitan. Necesitamos ejemplos de exteriorización moral, intelectual y emocional integrados a las personas, para fortalecer la necesidad de obtener el honor de ser argentinos. No es una ilusión ni una utopía. Empecemos ahora a buscar ese objetivo. Cada uno de nosotros podemos contribuir a disminuir hasta llevarlo a su mínima expresión al “coronavirus” cumpliendo con las normas lógicas que nos indican las autoridades que tienen a su cargo la responsabilidad de la salud pública, pero también exijamos a esas autoridades y al gobierno que obliguen con firmeza y seguridad y comprensión, el cumplimiento de esas exigencias, sancionando con celeridad y en breve tiempo el cumplimiento de las penas como al que omite hacerlas cumplir.
La obtención del personal para cumplir y capacitarlos para esas tareas las tiene a disposición en el número significativo de empleados públicos que no tienen funciones útiles, claro que para ello las autoridades y el personal jerárquico deben dar el ejemplo con horarios, actividad y presencia.
Podrían también cooperar con este objetivo inicial, que se sustenta en la ética y en la responsabilidad democrática republicana, la Suprema Corte de Justicia y todo el poder judicial y la asociación de magistrados, haciéndonos conocer su aporte. Y mucho mas el poder legislativo, las autoridades de cada una de las cámaras haciéndonos saber cuantos asesores y ´personal tiene cada una, y además cada bloque y cada legislador. Todo esto contribuiría a la educación del pueblo y a la transparencia de quienes nos gobiernan, y esencialmente a incentivar la lucha por el progreso de los municipios, de las provincias y hasta el utópico deseo de tener una nación íntegramente argentina.
" Argentinos a las cosas", nos decía José Ortega y Gasset.
*El autor es Ex Ministro de Gobierno de Mendoza (1987-1991), 88 años de edad.