Los inconvenientes con el suministro de agua afectaron el normal funcionamiento de algunos hospitales y escuelas del Gran Mendoza, pero también ocasionaron dolores de cabeza en restaurantes, cafés y hoteles.
En el Lagomaggiore, la situación obligó a retrasar algunas horas el inicio de las intervenciones quirúrgicas, pero según aseguró el director de ese centro asistencial, Edgardo Pérez, el problema quedó solucionado desde las 9.30.
Cuando el agua comenzó a salir turbia se ordenó el cierre de los sistemas que tiene el hospital para evitar que el agua de las cisternas se ensuciara. También se dispuso la ayuda de camiones de agua de Aysam para que llenaran los tanques del lugar.
El director de hospitales, Oscar Renna destacó que pese al retraso “se pudo completar con el cronograma previsto de operaciones”.
En tanto desde el Central indicaron que todo funcionó “con normalidad”. Allí existen dos tanques de agua de 1.400 litros que han sido suficientes para abastecer a todo el lugar. “El agua turbia no alcanzó a llegar a los tanques. Hay bastante reserva para el resto del día y hasta que la situación se empiece a regularizar en la provincia”, agregaron voceros de ese hospital.
Renna además sostuvo que tampoco se presentaron inconvenientes en el hospital pediátrico Humberto Notti ni en la mayoría de los centros de salud. “Aysam tuvo que asistir a dos centros de salud de Capital para solucionar sus problemas”, agregó el funcionario.
Peluquerías y restaurantes
Una de las principales actividades afectadas por el suministro de agua es el rubro cafeterías. Emanuel Molina, encargado de Bianco & Nero de Peatonal Sarmiento, afirmó: “El agua está saliendo turbia y con poca presión, esta situación nos está complicando mucho para hacer un café o lavar la vajilla. Esta mañana (por ayer) a eso de las 7.30 había empezado a aclararse, pero después empeoró y ahora ya no sale casi nada”.
Otro negocio similar afectado fue Dünken, de calle San Lorenzo y San Marín. Sus dueños comentaron que el problema empezó el lunes alrededor de las 19. “Los empleados estaban lavando las tazas cuando comenzó a salir el agua marrón. Ahora estamos hirviendo agua envasada para las infusiones”, sostuvieron.
Esta situación también se repitió en la cafetería Martínez, ubicada en calle España. Marcos, su encargado, comentó: “Hoy hemos empezado a notar bastantes sedimentos en el agua potable; por eso le indicamos a los empleados que no tomen de ahí. Por ahora trabajamos con los ablandadores que traen las máquinas, aunque es frecuente que el agua salga poco transparente”, detalló.
Hugo Vallejo, cajero de la lomitería De un Rincón de la Boca, indicó: “El agua está saliendo bastante oscura y por ahora nos estamos manejando con las reservas con que contamos para los casos de corte -son dos tanques-, pero cuando se nos acabe no sé qué vamos a hacer. Creo que deberían haber avisado a la población con más tiempo así nos preparábamos”, opinó.
También se resintió la actividad en distintos centros de estética y belleza. Oscar Rodríguez trabaja en la peluquería Pascual Porco, ubicada en Peatonal Sarmiento, y puntualizó: “El edificio donde estamos cuenta con cisternas por eso el lunes no tuvimos inconvenientes para trabajar, pero el martes por la mañana ya notamos los cambios en el agua”, destacó. Así mismo se quejó por la calidad del sistema sanitario: “Años atrás privatizaron el servicio para mejorarlo, después lo estatizaron por lo mismo, pero la cuestión es que las plantas potabilizadoras ya no dan para más. La población y la demanda han ido creciendo con el tiempo pero no se han modernizado. Este tipo de situaciones tienen que ser previstas”, concluyó.
Hoteles y escuelas
Las actividades también se vieron afectadas en distintos hoteles de la Ciudad. Claudio Barrueco, gerente operativo de Sheraton, comentó: “Nos enteramos por la prensa y por la queja de los huéspedes. La situación nos tomó por sorpresa ya que no contábamos con avisos de lo que iba a pasar; por eso, no nos dieron tiempo a tomar medidas. Ahora estamos utilizando las reservas con las que cuenta el edificio y les estamos entregando a nuestros clientes agua mineral para lavarse los dientes”, aclaró.
Respecto a las actividades escolares, desde el Instituto Magister (calle Mitre) comentaron que en el jardín de infantes se suspendieron las clases a media mañana del martes cuando recibieron el aviso de la DGE. Además detallaron que ante la sorpresa de la turbidez del líquido tuvieron que comprar agua envasada para distribuirla entre los niños y el personal.
En la Escuela Normal Tomás Godoy Cruz, su directora, Silvia Granados de Imperial, comentó: “No hemos tenido muchos problemas porque con el paro del lunes y martes no ha habido actividad y no se ha gastado el agua de los tanques. Pero en los sanitarios ya se empiezan a ver los sedimentos turbios”, destacó.
