La
belga Delphine Boel
, "hija natural" del ex rey de los belgas
Alberto II
, dijo que presentará un nuevo recurso judicial para que se establezca su filiación cuando se anuncian nuevos detalles sobre la relación de su madre con el ex soberano.
La madre de Delphine, Sybille de Selys Longchamps, que fuera amante de Alberto II cuando aún no era rey, revelará el martes en la televisión detalles de esa relación sentimental.
Alberto II evocó en 1999 "la crisis" que su pareja había atravesado en los años sesenta y setenta, pero nunca reconoció oficialmente que Delphine Boel fuera su hija.
El abogado del Palacio, Guy Hiernaux, declaró el martes que había recibido instrucciones de seguir objetando la filiación y que la relación del ex soberano con la madre de Delphine no constituye una prueba de paternidad.
En junio pasado, Delphime Boel, una artista plástica de 45 años, citó a comparecer al rey Alberto II, protegido en ese momento por una inmunidad total, pero también al príncipe Felipe y su hermana, la princesa Astrid, para que la justicia estableciera que ella es la hija del ex jefe de estado, que hoy tiene 79 años de edad.
Dado que, desde su abdicación, Alberto II perdió la inmunidad judicial y, en cambio, Felipe, nuevo rey de los belgas, no es justiciable.
El martes Boel anunció que abandonaba el trámite iniciado en junio pasado y que la semana próxima iba a presentar una nueva demanda.
La nueva demanda implicará solo a Alberto II y a su padre legal, Jacques Boel, cuya paternidad debe objetar para poder hacer establecer la del ex soberano.
Desde su nacimiento, Delphine Boel lleva el nombre de Jacques Boel, el ex marido de su madre, la baronesa Sybille de Selys Longchamps, con quien el futuro Alberto II tuvo una larga relación a partir de 1966.
Sybille de Selys Longchamps siempre mantuvo silencio sobre esa relación, incluso cuando un libro reveló la existencia de Delphine en 1999.
Sin embargo este martes romperá el silenco en un programa de televisión durante el cual dará numerosos detalles y, según la prensa, criticará a Paola, la esposa de Alberto, y a la Iglesia católica.