Uno de los momentos más esperados en un cumpleaños de 15 es el de la torta. Familiares, amigos, seres queridos y curiosos colados se animan a dar su veredicto: si le falta dulce de leche, si el durazno con la crema la arruina o si tiene demasiado merengue. Sin embargo, los invitados jamás hubieran imaginado que la torta sería enorme e idéntica en tamaño a la afortunada cumpleañera.
Una "súper torta" de seis pisos, de 1,50 metros de altura y de 45 kilogramos de peso sorprendió en una fiesta de 15 años en San Juan, por lo que la cumpleañera Agustina Álvarez festejó a lo grande, literalmente.
La torta es una réplica exacta de su vestido verde y blanco e, incluso, de sus dimensiones. Pero la polémica no tardó en llegar: los medios de San Juan aseguraron que la "súper torta" fue hecha por la abuela de la adolescente pero, en realidad, fue obra de un repostero sanjuanino.
El pastelero Nahuel Pérez aseguró en Facebook que él fue el autor de la "súper torta" y desmintió la versión de la familia que le daba el crédito a la "nona" de la quinceañera. El joven estaba enfurecido: subió capturas de conversaciones, una foto de la torta en plena construcción y hasta un video.
Amigos y seguidores de Nahuel manifestaron su apoyo. "No vale la pena gastar tu energía en eso", "Nahuel, siempre triunfa la verdad, arriba ese ánimo" y "Sos un iluminado" fueron algunos de los mensajes que le dejaron al verdadero autor de la "súper torta" de la discordia.
Pero el escándalo no terminó ahí. La familia de Agustina Álvarez apuntó contra el repostero y lo acusó de "busca fama".
"La torta era una sorpresa de mi suegra para mi hija. Como mi suegra también es repostera, yo pensaba que la había realizado ella, pero en realidad fue Pérez quien la hizo, algo que nosotros no sabíamos", indicó el papá de la quinceañera a Diario de Cuyo.
Y redobló la apuesta: "Pérez ha aprovechado la situación para hacer publicidad y hay comentarios que demuestran que busca reconocimiento para promocionar su negocio".
Más allá de la insólita pelea por la "súper torta" de San Juan, Agustina pudo disfrutar su soñada fiesta en el camping de ATE en Pocito.
El regalo que más celebró fue el de sus padrinos, Giselle y Jonathan: un oso gigante de dos metros, el último juguete de la niñez de Agustina y que, aseguran, simboliza el paso a su nueva etapa, al igual que la escandalosa "súper torta".