Un miembro extranjero de la FIFA es sospechoso de estar en el origen de una red de reventa ilegal de miles de entradas del Mundial-2014, informó el jueves la policía brasileña, que pidió ayuda a la organización para identificarlo.
El integrante de la FIFA, un extranjero alojado en el lujoso hotel Copacabana Palace de Rio, entregaba entradas de cortesía en las tribunas VIP destinadas originalmente a ONGs, patrocinadores y familiares de jugadores a la subsidiaria Match Hospitality.
Match las entregaba a su vez a un franco-argelino con altos contactos en el mundo del fútbol, Mohamadou Lamine Fofana, que las revendía por unos 1.000 euros cada una, a veces a través de agencias de turismo.
El sistema ilegal habría funcionado durante los últimos cuatro mundiales, según la policía.
Once personas fueron detenidas el martes en el marco de la operación policial que desmanteló la banda, incluido Lamine Fofana.
"Era un grupo que facturaba mucho dinero en cada juego. Eran unas 1.000 entradas por partido, con un precio base de unos 1.000 euros cada una", declaró a la AFP el fiscal de Rio de Janeiro Marcos Kac.
Primero, la policía pensó que Lamine Fofana trabajaba en la FIFA y era el líder de la banda, pero luego se dio cuenta de que no pertenecía a la organización y "de que había alguien por encima de él de la FIFA, con un intermediario en Match Hospitality", declaró el jueves el comisario Fabio Barucke en conferencia de prensa.
Lamine Fofana tiene dos pasaportes, francés y argelino. Según la policía vive en Dubái y tiene una oficina en Ginebra.
"Tenemos indicios de que al menos una persona de la FIFA pasaba entradas a Match", insistió.
El fiscal Kac indicó que se investiga también el papel de varias federaciones de fútbol, sobre todo las de Argentina, España y Brasil, en la eventual reventa de ingresos de cortesía, sobre todo VIP, a través de esta red criminal.
Sin comentarios
"La FIFA aguarda para ver todos los elementos de esta investigación y no podemos hacer comentarios por el momento", dijo la portavoz de la organización, Delia Fischer, consultada el jueves sobre el asunto.
La operación para desmantelar la banda se desarrolló en total sigilo, sin contacto con la FIFA, explicó el comisario.
Pero luego del arresto de 11 personas, "pedimos ayuda a la FIFA para identificar a esta persona de la organización, un extranjero que está alojado en el hotel Copacabana Palace", el mas lujoso de Rio, precisó.
"Queremos identificar hasta el último escalón de la red, los revendedores en los estadios, hasta aquellos que están por encima de Lamine Fofana, que le daban las entradas", subrayó el comisario.
En el marco de la operación también se determinó el cierre de tres agencias de turismo que estarían involucradas en la comercialización clandestina de ingresos.
Entradas... y pases
El hermano y agente del astro brasileño Ronaldinho Gaúcho, Roberto de Assis Moreira, será llamado a declarar en la causa, aunque de momento no está implicado, según la fiscalía de Rio de Janeiro.
"El hermano de Ronaldinho dijo a algunos amigos que podían comprar entradas a través de este sistema", declaró el fiscal Kac.
"Si vemos que él llega a tener alguna relación con el grupo, si vemos que de alguna forma él colaboraba, ahí sí estaría involucrado. Por ahora no lo está", aclaró.
El diario O Dia reveló el miércoles una conversación telefónica entre Lamine Fofana y el hermano de Ronaldinho, de la cual se deduce que Lamine tenía altos contactos y que vendía sobre todo entradas VIP para la Copa. Pero también influía al parecer en pases de jugadores como Ronaldinho, que juega en el Atlético Mineiro.
En la conversación, De Assis Moreira comenta que está tratando de negociar el traspaso de su hermano a un club fuera de Brasil, tal vez de Catar, por "10 millones" por temporada, sin especificar si son dólares, reales o euros. Lamine se ofrece a hablar del tema con autoridades de Catar y Dubái.
La operación policial fue bautizada "Jules Rimet" en honor al francés que presidió la FIFA durante 33 años, y que creó la Copa del Mundo.
La AFP ha constatado en varias ocasiones cómo se revenden entradas en los alrededores de los estadios de la Copa. El martes, para el juego de octavos de final entre Argentina y Suiza en Sao Paulo, las entradas se negociaban por alrededor de 1.500 dólares.
La policía ha detenido ya a decenas de revendedores ilegales en todo el país.