La Justicia investiga como un homicidio la muerte del niño de 4 años hallado colgado de un puente en el municipio tucumano de Las Talitas, al noroeste de la capital provincial, quien de acuerdo a la autopsia murió asfixiado y estaba vivo cuando lo ataron, informaron hoy fuentes judiciales.
El informe preliminar de la necropsia al cuerpo de Ulises Benjamín Amaya arrojó como resultado que el nene "no fue violado", pero se esperan otros informes para determinar "si hubo algún tipo de abuso", informó un vocero judicial. Investigan si el asesino intentó violar al nene y, al encontrar resistencia, decidió matarlo para que no lo delate.
El nene "estaba vivo cuando fue colgado del puente", y "su muerte se produjo por asfixia", precisó la fuente.
"Prácticamente descartamos la posibilidad de que el menor se haya quitado la vida. Entendemos que fue colgado por otra persona, seguramente mayor que él", manifestó el fiscal de Homicidios a cargo de la causa, Alejandro López Isla.
En la misma línea se pronunció la psicóloga Silvia Morales, perito del Poder Judicial de Tucumán, quien aseguró: "A esa edad, un niño ni siquiera concibe la muerte, así que entendemos que hubo un homicidio".
La escena del crimen, situada en circunvalación y el Canal Norte, en El Colmenar, permanecía vallada con el objetivo de preservar las eventuales pruebas que puedan recolectarse, ya que se trata de un sitio repleto de escombros, basura y matorrales, lo que dificulta la investigación.
Sin embargo, el sábado un grupo de vecinos intentó tomar el terreno privado (pertenece a una empresa vial) donde ocurrió el brutal crimen para levantar un asentamiento con el nombre del pequeño. Tras esto, la familia de Benjamín pidió no usar al nombre del pequeño con fines ajenos al reclamo de justicia, confirmó La Gaceta.
El sitio se encuentra custodiado desde entonces por la Policía, para evitar la ocupación. “Cuando vinimos del cementerio había gente quemando el lugar, no fue nadie de la familia. Quemar pudo borrar pruebas. La Policía debería haberse quedado allí”, lamentó María, tía del menor. Francisco afirmó que podría haber habido allí elementos valiosos para la investigación del crimen. “Queremos Justicia por Benja, que no le pongan su nombre”, requirió el abuelo.