La muerte de una joven pareja, identificadas como Juan Sileone (27), de Quilmes, y Aldana Floris (26), oriunda de La Plata enlutó al mundo del andinismo y en particular, a quienes practican escalada.
El hecho ocurrió en el "Cajón de Los Arenales" a 14 kilómetros del Manzano Histórico. Allí se encuentra un centro internacional para la práctica de este deporte y especialistas de todo el mundo lo consideran un de los más importantes a nivel global.
Vale recordar que el 15 de octubre pasado, el mendocino Matías Joel Fabrizio de 28 años se desplomó más de 30 metros cuando se encontraba realizando escalada en Chubut y tuvo que ser trasladado en avión sanitario a la provincia, donde se encuentra recuperándose.
Invertir en capacitación
Mauricio Fernández, lamentando lo ocurrido y sin hacer referencia directa a lo ocurrido con los jovenes (porque aun no se sabe a ciencia cierta qué ocurrió), dijo que es fundamental invertir en formación.
"Hay que hacer un buen curso, con gente que sepa. Más allá del equipo con el que se cuente, que no suele ser el problema en estos casos", indicó Fernández, de la Fundación Piedra libre, que es propietaria de la zona donde ocurrió el accidente.
Según el escalador, cuando se realiza esta práctica hay diferentes riesgos. "Algunos son más manejables, otros poco manejables y otros son imponderables. Por ejemplo, si cae una piedra no es algo que puedas manejar", describió.
Dentro de lo manejable, dijo que se deben incrementar las capacitaciones, ya que a veces, los clubes de andinismo se "quedan cortos". "Hay veces que lo que falla es la percepción de la situación. Es decir, tenés que saber rescatarte a tiempo. Y puede haber problemas técnicos de seguridad o de técnica individual", añadió.