La manzana es una de las frutas más consumidas en el mundo, ya sea en su forma más rústica, en ensalada o en tarta. Sin embargo, pocos saben que en sus semillas contienen cianuro, un potente veneno.
Por sorpréndete que suene, está comprobado que las pepitas contiene una dosis muy baja del químico. Esto quiere decir, que si se excede la cantidad "segura" de manzanas, nuestras vidas estarán en riesgo.
Una dosis relativamente alta de cianuro, daña varios órganos como el cerebro y el corazón. Puede producir el coma y hasta la muerte. Los síntomas de una intoxicación son náuseas, vómitos, dolor de cabeza, fallo cardíaco y respiratorio.
No obstante, según explicó el médico patólogo y genetista, Jorge Dotto, en su libro "Genética. Como puede cambiar nuestras vidas", en el caso de las manzanas, la toxina está protegida por la consistencia dura que tienen las semillas.
Entonces, ¿Las semillas de las manzanas nos pueden matar?
Depende de cómo y cuantas semillas se consuman. Si una persona se traga las semillas sin masticarlas las va a eliminar intactas. Si las mastica, por otro lado, la cantidad de cianuro liberada será tan baja que el mismo organismo se encargará de la desintoxicación sin causar ninguna consecuencia.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), una dosis mortal de cianuro para una persona de 70 kg es de 1-2mg/kg.
Por lo tanto, para llegar a la dosis mortal, una persona debería comer aproximadamente 20 "corazones" de manzanas o 200 semillas de manzanas bien masticadas.
Es por esta razón, que comer manzanas en una cantidad razonable, no representa ningún riesgo para la salud de las personas. Mucho menos, si se tiene en cuenta que el "factor de riego" está contenido en las semillas y para que sea tal debe ser consumido en cantidades excesivas.
En comparación con los múltiples beneficios que trae consumir la "fruta prohibida", esta información pasa a ser apenas un detalle curioso.