Fiel a su estilo, el docente y exdecano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), Oscar "Cachi" Melo, dejó varias frases que generaron fuerte atención de la audiencia durante la 4° Jornada Córdoba Ganadera.
El inicio de su presentación fue, precisamente, con un dato llamativo: "Cuando yo nací, había 2,6 vacas por persona en Argentina. Hoy es apenas poco más que una. La tasa de crecimiento del stock es menor que el aumento poblacional. La cantidad de cabezas per cápita es la menor de la historia".
Bajo este panorama, Melo sentenció: "No estamos bárbaro. Lo bueno es que están las condiciones para mejorar, pero hay que hacer algo para que ocurra".
Como primera medida, el especialista remarcó la necesidad de un cambio de paradigma de la ganadería argentina, con un mayor foco en la exportación.
"Siempre exportamos excedentes; tenemos que pensar distinto, que el país esté diseñado de base para exportar", afirmó.
Sobre este punto, cuestionó la vieja dicotomía que existe en Argentina sobre el engorde de animales livianos para el mercado doméstico y más pesados para el externo. "Es inaceptable que haya dos tipos de novillo. Debemos tener ejemplares que sirvan tanto para la exportación como para el consumo interno", enfatizó Melo.
¿Más cabezas o más peso?
Para el experto, es fundamental lograr una mayor producción por animal. Pidió apostar más en ese camino que en la retención de vientres.
"Producir más por animal es la mejor opción: no necesitamos más campo, no hace falta tanto capital, y el proceso es más rápido", resumió Melo.
Con ese objetivo, el primer factor determinante que remarcó Melo es apuntar a mejorar la eficiencia reproductiva. "Con 33 millones de vientres, mejorar un 10 por ciento el destete significa dos millones de terneros más", remarcó.
Asimismo, evaluó que los novillos deberían llegar a faena con entre 450 y 500 kilos, pero mejorando el plazo en que se logra la ganancia de peso: en no más de dos años y medio.