El pasado 2 de febrero, con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales, se anunció en Malargüe la puesta en marcha de un programa de restauración en la laguna Llancanelo, que se iniciará con la erradicación de plantas exóticas que alteran las condiciones naturales del lugar.
Bajo la consigna “Humedales para nuestro futuro” (propuesta por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación), las autoridades provinciales y municipales, junto a las fundaciones Villavicencio y Humedales, explicaron los alcances de este proyecto que intenta dar sustentabilidad a esta reserva natural.
El titular de la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la Provincia, Daniel Gómez, recordó que la repartición tiene la autoridad de aplicación sobre gran parte de los humedales mendocinos, tanto los del sistema de áreas naturales protegidas, entre los que se incluye Llancanelo, como los embalses.
Aseguró que la provincia trabaja en la protección de estos lugares, así como su flora y su fauna, e insistió en que es fundamental recuperar el equilibrio ecológico de esta laguna. “En este caso puntual hay que intervenir sobre la invasión de una especie exótica como el tamarindo”, especificó.
Por su lado, el director de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Malargüe, Sandro Sánchez, explicó que Aguas Danone de Villavicencio, con representantes de Fundación Humedales, realizaron las gestiones correspondientes para conseguir el financiamiento necesario para ejecutar este programa.
“Con dinero del Fondo de las Américas y la Fundación Danone se realizará una prueba piloto en unas 300 hectáreas. La acción consiste concretamente en erradicar el tamarindo, una planta invasora que genera condiciones no aptas para el humedal”, sostuvo.
En este sentido, Heber Sosa, de la Fundación Humedales, agregó que esta planta está cambiando la estructura de biodiversidad desde hace veinte años.
“Donde antes habían nidos de flamencos y cisnes de cuello negro, que distinguieron siempre a Llancanelo y a Malargüe en el mundo, hoy tenemos un bosque de tamarindos con especies que no son las que están protegidas. Por eso, la idea es manejar la problemática que, junto con el chancho jabalí, han alterado la estructura de la flora y fauna nativa”, explicó.
Para concretar el programa se realizará un trabajo coordinado entre distintos sectores públicos y privados, así como la sociedad civil. El municipio y la provincia aportarán la parte operativa.
Al respecto, Sánchez anticipó que también se involucrará a los puesteros de la zona, teniendo en cuenta que varios de ellos participan mediante la Unidad de Gestión Ambiental Llancanelo. “La intención es dar un uso al tamarindo, que se saque del lugar, como puede ser por ejemplo, que se utilice para leña o también para construir corrales y demás”, señaló.
Los trabajos de erradicación comenzarían a mediados de marzo de este año y estarán a cargo de los estudiantes de la Tecnicatura de Conservación de la Naturaleza del Instituto de Educación Superior que funciona en Malargüe, liderados por el profesor Heber Sosa, operarios municipales que manejarán la maquinaria y personal de Recursos Naturales.
Las plantas se extraerán de raíz utilizando máquinas retroexcavadoras. Posteriormente, se efectuará el proceso de trozado y retiro del material. Sánchez aseguró que el ruido de la maquinaria no afectará a la fauna del humedal, porque ya se han realizado estudios para evaluar en qué época del año se debe realizar este trabajo.
Gómez aprovechó el anuncio para hacer referencia a que si bien hubo una mirada negativa con respecto a la explotación de petróleo en la zona, "no es la causa que hace que haya inconvenientes".
También admitió que las tomas clandestinas existen, pero que no son la principal razón de la sequía de la laguna.
El principal afluente que alimenta este humedal es el río Malargüe, pero el escaso caudal ha impactado notablemente. La laguna de Llancanelo es uno de los más importantes humedales de Sudamérica y, según los especialistas, esto no ocurría desde hace 50 años.
Comentó que desde el Departamento General de Irrigación trabajan para optimizar los cupos de agua, pero hay procesos naturales como la crisis hídrica que no les permite realizar acciones fuertes.
