¿Cambiaron para siempre las técnicas de seducción para con un otro en tiempos de internet? ¿Las fuentes de excitación son ahora diferentes? ¿Cuánto de mito o realidad hay detrás de la práctica del sexo virtual?
Preguntas que se disparan en el marco de una era digitalizada, que sobre-expone al sujeto a través de las diferentes redes sociales y el frenético devenir de las imagenes donde “todo se ve”.
¿Pero qué generó respecto al erotismo la utilización vía internet de las redes para buscar relaciones, hacer amistades, y (lo más íntimo de un ser humano), tener sexo?
Muchos cambios. Eso es seguro.
Como explica el sexólogo y psicólogo Germán Gregorio Morassutti: “a través del cambio en la comunicación y el acceso a la misma, es muy diferente (respecto a otras épocas) lo que genera erotismo, y lo que no. En otros tiempos habían espacios específicos para conocer a un otro. Hoy la mayoría de las personas tiene un rol más pasivo en cuanto a ponerse en actividad para buscar estas fuentes de erotismo, ya que la tecnología genera una accesibilidad impresionante a un sólo click.
“En los ‘70 los teatros de revistas eran muy conocidos, y tenían que ver con esto del erotismo. Eran el único espacio en público en donde se podían observar conductas eróticas, o personas con poca ropa”.
- Desde siempre existió el acceso a la pornografía impresa, ¿esto llevaba a la búsqueda del erotismo?
- Sí, definitivamente...
-¿Hoy qué cambia además del contexto?
- En la actualidad lo que ha cambiado mucho por el acceso a internet, es que la persona no está solamente como espectadora, sino que también se exhibe; incluso con la posibilidad de participar.
En este panorama, la seducción parece encontrar lazos ilimitados para hacer nuevos contactos que propician las redes, en tiempos instantáneos. Aunque el destino de lo que implica una relación amorosa pueda ser difuso.
Así lo explica el psicólogo Mario Lamagrande: “la accesibilidad a mayor información permite que aquellas personas interesadas en las habilidades de seducción, puedan ampliar su repertorio interpersonal; aunque esto no siempre encuentra correlación con el amor, y es importante tenerlo claro”.
Con diferentes fuentes de excitación al alcance de la mano, la sexualidad y el encuentro con el otro parecen haberse colmado de ‘verdades’, muchas de las cuales pueden llegar también a ser mitos; ya que están impregnadas de construcciones socioculturales.
“Nuestra sexualidad es algo cultural y se va adaptando a las épocas y momentos que se van viviendo. Por ello estos avances en la tecnología van generando cambios en la sexualidad y el erotismo.
“Cuando leemos sobre el erotismo en distintas épocas, parece irreal que un varón de la década del ‘50 o ‘60 se erotizara con las piernas de una mujer, por el simple hecho de vestir medias transparentes de la rodilla para abajo. Esto le generaba un alto nivel de erotismo”, ejemplifica al respecto Morassutti.
- ¿Se confunde erotismo con pornografía?
- En realidad lo que la pornografía hace es tratar de buscar e incentivar la conducta erótica. El tema pasa porque pueden ser diferentes cosas las que generen erotismo en los individuos... La pornografía tiene que ver con un nivel más explícito, en donde hay diferentes segmentos y todo apunta a trabajar sobre la fantasía.
- ¿Qué genera hoy erotismo?
- Hay como una búsqueda, en la cual la gente satisface más su erotismo en ella y en lo que encuentra. El paso de las imágenes a través de la pantalla es algo que se da tan rápido que deja como un “erotismo vacío”. Es algo tan veloz que satisface por segundos, una manera de conectarse vinculada con la rapidez con la que nos movemos hoy. Todo pasa rápido y ni siquiera alcanzamos a procesar lo que vimos. El erotismo en red pasa entonces por buscar la satisfacción inmediata, sin interiorizarse mucho respecto al vínculo entre él y la fantasía, ya que es uno mismo es quien lo provoca. El erotismo no tiene que ver con el estímulo externo, sino con el tiempo que uno se tome de generar algo que va desde adentro hacia afuera.
La vorágine tecnológica
Son muchos los que plantean el fin del erotismo puro, a raíz de la exacerbación de la tecnología para acceder a todo, incluso al sexo.
Según explica el psicólogo Lamagrande: “los órganos sensoriales son siempre los mismos en el ser humano y las formas de acceso también. Se confunde en muchas personas la ampliación de los sistemas de entretenimiento (realidad virtual, juguetes eróticos, videosjuegos o acceso a material erótico, como son las redes y páginas de adultos) con una mayor excitación.
“Las personas ávidas de material de este tipo, al ser más accesible, han conseguido ampliar sus fantasías en sus prácticas autoeróticas y, en caso de ser consentido, en sus relaciones; aunque fantasear no significa pasar a la acción, esto depende de cada persona, de su sistema de creencias y valores”.
- ¿Se practica realmente el sexo virtual de manera asidua en la actualidad, o es más mito que realidad?
- Sí se practica y es gracias al acceso a las mejoras y avances en la tecnología. El problema se da en que mucho de ese material, al quedar grabado, escapa del mundo íntimo y eso es peligroso.
- ¿Qué ventajas y desventajas se leen de este erotismo mediado por la red?
- Los pro se vinculan con la ampliación de la información y de contactos, aunque lamentablemente el lado oscuro tiene que ver con las adicciones, las parafilias o el problema del acceso de ese material a menores.
El erotismo, una apuesta de creatividad interna
- Como balance: ¿podríamos decir, entonces, que la tecnología y la era digital han simplificado demasiado el encuentro y el goce con el otro?
Según fundamentó por su lado, el sexólogo Germán Morassutti, “hay mucho más acceso y material sexual en la red, pero lo que provoca éste último no tiene nada que ver con lo que generaban otros materiales en otras épocas, ya que la experiencia actual es mucho más fugaz.
Las personas entonces necesitan mucho más acceso para encontrar alguna experiencia en esto”.
- ¿Se termina por encontrarla quizá en el sexo virtual?
- A veces el sexo virtual alimenta el erotismo porque al no encontrarse cara a cara las dos personas, se da más tiempo a la imaginación y creatividad; ya que el erotismo sería como la parte creativa del sexo. Se vincula con las cosas que uno como sujeto puede depositar con un otro, o a un material que uno no encuentra en los estímulos externos.
- Hay que apuntar a la creatividad interior...
- Hay que saber que el erotismo no tiene que ver con cosas a las que uno accede, sino con lo que uno deposita en ellas desde lo creativo.
Si hacemos una analogía con el arte diríamos que el erotismo no tiene que ver con la calidad de lienzo que se tenga para hacer el cuadro, sino lo que uno hace desde adentro hacia afuera para armar ese cuadro. En el arte está claro, pero en la sexualidad se confunde; y no deja de ser lo mismo.
Estamos acostumbrados a pensamientos muy lineales, y por eso desde el consultorio sexológico intentamos apuntar como terapia el usar la parte derecha del cerebro, a conectarse con las emociones y la creatividad, que tienen que ver con el disfrute de la sexualidad.