Ernesto Sanz: "A Cristina hay que ponerle límite con el voto de octubre”

Sostiene que la única barrera para frenar a la Presidenta es la próxima elección legislativa y asegura que la anunciada “democratización” de la Justicia es para buscar impunidad en “la retirada”. Buscará ser candidato presidencial en 2015.

Ernesto Sanz: "A Cristina hay que ponerle límite con el voto de octubre”
Ernesto Sanz: "A Cristina hay que ponerle límite con el voto de octubre”

Ernesto Sanz cree que Cristina Fernández de Kirchner busca forzar la salida de la mayoría de los miembros de la Corte Suprema de Justicia para designar “una nueva Corte adicta” y que la anunciada reforma para democratizar el Poder Judicial tiene como única intención “lograr impunidad”.

El senador nacional del radicalismo y ex integrante del Consejo de la Magistratura sostiene que en lo único que está de acuerdo con el paquete de propuestas impulsado por la Presidenta es con que los jueces paguen el impuesto a las Ganancias.

El dirigente mendocino planteó que volverá a ser candidato presidencial, que la UCR debe conformar un frente con fuerzas afines en 2015 y que para este año hay que tratar de llegar a un acuerdo con el Frente Amplio Progresista y la Coalición Cívica en la mayor cantidad de distritos posibles.

-Después del discurso de apertura de sesiones de Cristina Fernández en el Congreso, se debate la denominada democratización de la Justicia, ¿cuál es la valoración que hace?

-Primero, que la intencionalidad no es democratizar sino superar los dos únicos obstáculos que tiene el kirchnerismo para avanzar contra la Justicia: la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura. A la Corte trata de asfixiarla metiendo los tribunales de Casación, de muy difícil implementación y que van en contra de las autonomías judiciales de las provincias.

-¿Y en cuanto al Consejo de la Magistratura?

-La elección de sus miembros por voto popular es inconstitucional y no va a pasar, ya que el artículo 114 de la Constitución es muy claro cuando establece que esos miembros los tienen que elegir los integrantes de cada estamento.

Después, las cuestiones que tienen que ver con la transparencia, los requisitos de idoneidad, de publicación de declaraciones juradas, son temas administrativos que algunos la Justicia los está implementando. Pero lo grave es que algunas de estas cuestiones el Ejecutivo no las implementa: no hay ley de acceso a la información pública, no hay transparencia en las designaciones. Es mucho efectivismo y un intento de desgastar la Corte para forzar la salida de varios miembros y nombrar una nueva.

-En el tema del impuesto a las Ganancias, la Presidenta lo citó a usted en su discurso
recordando la postura a favor de que los jueces paguen. ¿Mantiene esa idea?

-Toda la vida creí que los jueces tienen que pagar y la Corte va a tener que sacar una resolución para que se aplique la ley. Van a tener que derogar la acordada que suspendió la ley y pagar el impuesto a las Ganancias. En eso está en buen camino, pero en el resto no va a favor de mejorar el acceso del ciudadano a la Justicia, sino todo lo contrario.

-¿Cuál cree que es la intención de manejar a voluntad el Poder Judicial?

-Si el Gobierno manejara la Corte y el Consejo de la Magistratura, la Presidenta no le habría dedicado 30 segundos al tema de la Justicia en su discurso, porque a la Presidenta no le interesa el tema de la Justicia. Hay estamentos que controlan como el fuero Penal, que se ve en la impunidad que tienen funcionarios y ex funcionarios. Ustedes tienen en Córdoba un personaje como Ricardo Jaime que está libre sólo porque hay impunidad. Todo pasa porque es un régimen que no banca que haya periodistas independientes, empresarios independientes, jueces independientes.

-¿Y cree que quiere jueces militantes?

-Algunos ya los tiene. Ya logró dividir la Justicia. Ya formaron un grupo para hacer el vacío a la Corte, encabezado por la procuradora general, (Alejandra) Gils Carbó, que es una persona conflictiva que no puede garantizar transparencia porque es un ariete que garantiza impunidad. Y lo que quiere el Gobierno es limar el prestigio de (Ricardo) Lorenzetti y no lo puede hacer. Porque Lorenzetti, como muchos otros miembros de la Corte, es independiente. Algunos, como (Eugenio) Zaffaroni, juegan abiertamente para el Gobierno.

-¿Y la Corte es el gran problema?

-La Corte y el Consejo de la Magistratura, porque no tienen los dos tercios para designar jueces adictos. En este sentido, los cordobeses por ejemplo tendrían que pedir cuenta al juez federal (Alejandro) Sánchez Freytes que fue al Consejo de la Magistratura por una lista independiente y ahora es funcional al funcionalismo, no sé si por temores o por qué tipo de presión que deberá explicar él. El Gobierno conoce las debilidades a los jueces y lo explota.

-La Presidenta viene sosteniendo que hay un abuso de las medidas cautelares, ¿por qué cree que se dan?

-Las cautelares son un motivo de estudio desde el punto de vista técnico, porque tal vez exista un exceso. Pero las cautelares que molestan al Gobierno son las de los jueces que todavía tienen algo de independencia para poner un freno a los abusos del Ejecutivo.

-¿Hay relación en esta búsqueda de la impunidad y los intentos de continuidad en el poder?

-Quieren impunidad para ahora e impunidad para la retirada. Han cometido muchas tropelías y necesitan protección para el futuro. En el tema de la reforma constitucional para lograr la re-reelección, el Gobierno juega todas las fichas a la elección de octubre y la sociedad debería también jugar todas las fichas ahí para ponerle límites. Por eso, hago un llamado para estar muy alertas para poner el límite real y concreto de los votos. La barrera es la sociedad y de ahí no hay forma de pasar.

-¿Y cuál debe ser la estrategia de la oposición?

-Hay dos estrategias diferentes que pueden coincidir. En 2013 no hay necesidad de tirarse de los pelos para ir en una sola boleta de un frente único, porque se están eligiendo legisladores opositores que en sus bancas pongan freno al Gobierno.

Hay que tener en cuenta elegir legisladores que sean opositores, porque hemos visto algunos que hacen campaña diciendo que son opositores y después votan cualquier cosa. Por eso, hay que elegir legisladores que vayan a un bloque, que tengan un partido, que actúen en conjunto, porque hay frentes dispersos que tienen un bloque donde algunos votan a favor, otros en contra y otros se abstienen. Partidos como el radicalismo ofrecen la garantía de que sus legisladores se comportan en bloque.

-¿Y en 2015?

-Entonces tenemos la obligación de armar una fuerza alternativa, competitiva y coherente. ¿Cómo lo imagino? Al radicalismo compartiendo un espacio con el FAP y la Coalición Cívica y yendo a definir la candidatura presidencial en la interna abierta.

-¿Eso no incluye al Pro y el PJ disidente?

-Hoy no. Si la Argentina fruto de los avances autoritarios y los excesos del Gobierno llega a un límite de un extremo institucional, hay que ir todos juntos.

-¿Y usted cómo se ve?

-Me veo compitiendo en esas primarias para la candidatura presidencial como el postulante del radicalismo. Estoy trabajando para eso, tengo muchas ganas, he aprendido de mi fallida candidatura anterior, tengo una base partidaria que me acompaña grande y puedo dar una expresión renovada y fresca de lo que es la Argentina que viene.

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