Érica Rivas es una de las actrices más carismáticas y versátiles del cine argentino. Y lo demuestra la película que este jueves estrenará en las multisalas, un thriller que lleva por título "Bruja" y del que es protagonista.
Se trata de un papel que, como militante feminista, realmente le interesaba. No podía rechazar "una película con una temática, una protagonista y una antagonista que buscan destruir los parámetros patriarcales de opresión", declaró a Télam.
“Como feminista, desde el momento que me convocaron para interpretar a una bruja, siendo que uno de nuestros lemas dice ‘somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar’, era un personaje y un proyecto que no podía rechazar”, abundó Rivas.
En este filme, la actriz de "Relatos salvaje" y "La luz incidente" asume el papel de una madre soltera que carga con el estigma de ser bruja por tener conocimientos de magia negra y que vive con su hija en una humilde chacra de un pueblo rural.
La adolescente y algunas de sus amigas son secuestradas por una red de trata de personas y a partir de ese momento la mujer se ve obligada a usar todos esos poderes para rescatarla.
"Es una mujer que tiene conocimientos ocultos y que son oscuros por haber sido vistos bajo distintos factores que la hacen avergonzarse de ellos. Como siempre nos pasa a las mujeres, a los oprimidos y a la gente que no puede estar orgullosa de su identidad", explicó.
"En ese sentido me refiero a lo patriarcal. El héroe siempre es el luminoso, al que aplauden al final y en este caso es una mujer que le pasa todo lo contrario y que no quiere tampoco que eso suceda. Es una antiheroína", agregó la intérprete que formó parte de la exitosa sitcom "Casados con hijos".
La cinta dirigida por Marcelo Páez Cubells cuenta con un elenco de lujo, conformado por Leticia Brédice, Pablo Rago, Rita Cortese, Juan Grandinetti, Guillermo Arengo, Fabián Arenillas, Gregorio Rosello, Maite Lanata, Pablo Ini, Lola Ahumada y Luz Abraham. Además, forma parte del mismo su propia hija, fruto de la relación que tuvo con Rodrigo de la Serna: Miranda de la Serna.
-¿Hay relación entre las brujas, la trata de mujeres y el feminismo?
-La brujería está ligada al feminismo y a lo que es ser mujer. Esta historia tiene que ver con recuperar todo ese saber y con todo lo que nos define, por eso fuimos quemadas durante la inquisición, siempre nos quisieron y quieren callar y seguimos siendo asesinadas. Me pregunté cómo se relacionaba la brujería con la trata y es algo que está desde siempre, desde que empezaron a querer terminar con nosotras, desaparecernos o cuando nos asustaban con el Pombero, por ejemplo, que era ese señor que se llevaba a las niñas.
-¿Crees en las brujas?
-Sí, claro. Creo que hay un entramado que tiene que ver con algo que todavía no sabemos qué es y que hay un montón de personas, en general mujeres, que se dedican a estudiarlo. Como muchas fueron asesinadas y el conocimiento siempre ha sido desde el lugar del hombre, a nosotras no nos llegaban los libros, no tuvimos acceso a la historia de ellas, pero sin embargo hay algo que olfateamos. No creo en esas llamadas brujas que hacen ataduras, por ejemplo, pero sí hay una fuerza que se siente en las marchas o cuando me despierto y me duele que haya otra mujer asesinada y esto provoca que nunca pueda relajarme con ese dolor, sino que se vuelve a editar una y otra vez.
-¿Hay un riesgo como actriz al hacer un personaje como este?
-Es un riesgo que me encanta. Trabajé con una coreógrafa y con una directora de actuación con la que traté el tema vocal, cuestiones que para mí eran importantes.
Cómo ser expresiva de otra manera para encontrar ese tono que no conocía, cómo mover el cuerpo de una manera de la cual no tenía registro.
-¿Cómo fue la experiencia de trabajar con tu hija?
-Ya había trabajado con ella, siempre quiso ser actriz y para mí era muy hermoso poder acompañarla, aunque ya no quiera trabajar más conmigo. En cuanto a la trama, estaba la necesidad de empatizar con el dolor, entonces aunque no hubiera formado parte de la película yo iba a trabajarlo con ella, en mi recuerdo, en mi emoción, todas mis hijas son ella. La maternidad fue una experiencia definitoria y totalmente disruptiva en mi vida y eso generó un amor tan grande que hace que sea la única manera que pueda pensarme como madre de otro personaje. Además, pude acompañarla a transitar estos temas que como mamá no sabés hasta dónde contar sobre esta horrible realidad.
-¿La maternidad es protagonista en la película?
-Protagonista absoluta. Sino esta historia no se podría contar. La maternidad es la que hace que una mujer pueda tener empatía con el dolor de otra madre y creo que la perpetuación de ese dolor no termina en nosotras con la muerte. Sino no existirían las Madres de Plaza de Mayo.
-¿Cómo evaluás al feminismo hoy en los medios, en los distintos colectivos y en las calles?
-Tenemos que darnos cuenta que hay tantos feminismos como personas feministas, con distintas luchas y distintos tiempos en la lucha. Nuestra historia viene desde hace mucho y con algunas no compartimos lo que hicieron en su momento y no por eso dejan de ser feministas y tampoco hay que dejar de agradecerles lo que hicieron. No somos unas o las otras, no somos perras y olvídense del pensamiento binario. Nosotras somos todas distintas y vamos a traer a más.