Era una final y Mendoza respondió

La Borravino, con una espectacular actuación de Agustín Paparini, Gabriel Rivero y Juan Luca Hernáez, derrotó con autoridad a Chaco 85-76.

Era una final y Mendoza respondió
Era una final y Mendoza respondió

Desde lo anímico es un triunfo fundamental. Y así lo definieron sus jugadores. Es que en el debut contra Córdoba, la Borravino no tuvo un buen juego en líneas generales.

Fue frágil en defensa y erró mucho  en la zona pintada y dese el perímetro. Sin embargo, el plantel masticó bronca, digirió la derrota y se puso un objetivo inmediato: ganarle a Chaco, cambiar la imagen y soñar con meterse entre los dos primeros escalones.

Mendoza logró el objetivo. Con un juego que tuvo sus cimientos en la defensa fuerte y agresiva, la Borravino fue más que su par de Chaco y cantó vicotoria por 85-77.

Este triunfo le permite despegarse de la zona roja (el último desciende) y se entrevera con los puestos de vanguardia.

La victoria de Mendoza es indiscutible. Sólo en una oportunidad, el conjunto Chaqueño estuvo al frente en el marcador. Fue en el primer cuarto cuando se puso 7-6 a los 2'36'' del partido. Apareció Leandro Lincheta y con un triple, recuperó el mando para Mendoza.

Y desde ese momento, el trámite del juego fue a pedir de Gabriel Rivero, el base de Atenas Sport Club, mostró todo su carisma, juego y talento.

También se sumó Juan Luca Hernáez, quien más allá que cometió varios errores en el último cuarto, jugó un partido estupendo, defendiendo muy fuerte la zona pintada y apareciendo como opción de ataque en cada ofensiva estacionada. El jugador de Anzorena, salió por cinco faltas (defendió al límite) y aportó 16 puntos. 

Párrafo aparte para Agustín Paparini, sin dudas, la gran figura de la Borravino y del triunfo ante Chaco. El "Papa" mostró porque es un jugador de Liga Argentina (jugará en Rocamora).

Dominó la zona pintada a su antojo, cuando salió al perímetro, metió dos puertas atrás admirables. Su juego uno contra uno no tuvo defensa y cuando el equipo lo necesitó, trasladó el balón como si fuese base. Impresionante.

Existe una realidad y Agustín disfruta cada vez que se pone la Borravino y así se lo explicó a Más Deportes: "Estoy feliz por Mendoza y por el triunfo. Me encanta jugar los Argentinos, me encanta vestir esta camiseta. Me siento muy bien y eso se refleja en la cancha".

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