Con un discurso de poco más de una hora, Alberto Fernández, dijo que su tarea en los próximos cuatro años será el combate a la pobreza, la búsqueda del desarrollo económico y un nuevo contrato social "fraterno y solidario" que superen las instancias de disputas distributivas, así como superar el "rencor y el odio entre argentinos" .
En el puñado de anuncios se destacó la intervención del organismo de inteligencia (AFI) y el fin de sus gastos reservados y una reforma judicial. Sentado al lado de su vicepresidenta Cristina Fernández, el jefe de Estado dijo que quiere poner fin a una Justicia "que decide y persigue según los vientos políticos".
Fernández dijo también que buscará "robustecer" el Mercosur, en un mensaje a su par de Brasil, Jair Bolsonaro, con quien tiene diferencias personales que han complicado la relación bilateral.
Por otro lado, ratificó que la Argentina tiene la voluntad de honrar la deuda externa, pero aclaró que no podrá hacerlo hasta tanto registre crecimiento económico y echó culpas a su predecesor, Mauricio Macri, por dejar al país en "virtual default".
Fernández aseguró que tiene el compromiso de combatir los femicidios.
Sobre el final, el flamante presidente se emocionó al evocar a sus padres y a su mentor en la carrera judicial, el ex procurador Esteban Righi, quien fuera despedido del cargo por la ahora vicepresidenta.
Conductor
Fernández llegó al Congreso nacional manejando su auto particular, en compañía de su pareja, Fabiola Yáñez. Al llegar, empujó la silla de ruedas de la vicepresidenta saliente, Gabriela Michetti, por los pasillos del Congreso.
Tras la jura y el traspaso de bastón y banda de manos de Mauricio Macri, Fernández se refirió a la herencia de Cambiemos: la inflación "más alta de los últimos 28 años" y "superior al 50%", dijo. También recordó que el PBI per cápita de 2019 "es el más bajo de la última década". Sobre la pobreza, dijo que se está "en los valores más altos desde 2008" y que la deuda externa en relación al PBI "está en su peor momento desde 2004".
En otra crítica, reiteró que postergará el tratamiento del Presupuesto nacional, porque “sus números no reflejan la realidad macroeconómica ni las realidades sociales, ni los compromisos de deuda”.
El Presidente aseguró que buscará una relación constructiva y cooperativa con el Fondo Monetario Internacional y con los acreedores privados. "El país tiene la voluntad de pagar pero carece de capacidad para hacerlo", advirtió.
Anunció que la primera reunión del Gobierno será para poner en marcha el Plan Integral Argentina contra el Hambre. Para ello, pidió la colaboración del empresariado y la paciencia de los sindicatos.
Además prometió llevar “una parte sustancial de la actividad política y administrativa del Estado nacional a las provincias”.
Obsesión con la prensa y la justicia
El nuevo jefe de Estado mencionó 15 veces la palabra "justicia" en uno de los tramos más aplaudidos del discurso: "Nunca más a una Justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos.
Nunca más a una Justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una Justicia utilizada para saldar discusiones políticas, ni a una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno". Prometió enviar al Parlamento "un conjunto de leyes que consagren una integral reforma del sistema federal de justicia".
Asimismo, habló del ida y vuelta que pretende con la prensa. Prometió reorientar el presupuesto de publicidad del Estado bajo otros criterios. Volvió a criticar al gobierno saliente por haber pagado $ 9.000 millones en ese ítem. Recortará esos fondos y aseguró que "no habrá pauta del Estado para financiar programas individuales de periodistas. Sólo se destinará a instituciones periodísticas" y que la pauta oficial se usará como "herramienta pedagógica, que nos ayude a mejorar el rendimiento educativo".
No hubo precisiones sobre la política agropecuaria. Fernández habló de un "Proyecto Nacional de Desarrollo, en la cual la agroindustria, la industria manufacturera, los servicios basados en conocimiento, las PyMEs, las economías regionales y el conjunto de actividades productivas, sean capaces de agregar valor a nuestras materias primas para exportarlas y potenciar un robusto mercado interno". En este apartado, llamó la atención que no mencionara al centro petrolero-gasífero de Vaca Muerta.
Claves
Intervención de la oficina de los espías argentinos. El flamante presidente anunció la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y prometió el fin de los fondos reservados de la repartición, que serían destinados al plan contra el hambre.
Paquete de leyes para la reforma de la Justicia Federal. Fernández habló de la persecución judicial de dirigentes políticos (con el aporte del aparato de inteligencia y el "linchamiento mediático") y anunció que mandará un conjunto de leyes para reformar al Poder Judicial nacional.
Argentina contra el hambre. El nuevo presidente anunció que la primera reunión de gabinete, más personalidades de la sociedad civil será para arrancar por el programa que prometió en la campaña.
Consejo para el desarrollo. Prometió que enviará un proyecto de ley para crear el Consejo económico y social para el desarrollo, cuyas autoridades tendrán acuerdo parlamentario.