Ya está ahí, en el lugar que tanto buscaba desde que el destino le deparó apostar al TC Pista porque el presupuesto no era suficiente para continuar en Súper TC 2000. Su arranque no fue para nada fácil porque costó que el Falcon apareciera como para dar lucha arriba.
En la undécima fecha, pero con nueve citas a cuestas al ausentarse en la doble jornada en Termas de Río Hondo justamente porque el motor del Ford no rendía lo esperado, Bernardo Llaver tiró toda su experiencia ayer, en un circuito exigente como el de Rafaela, y a punto estuvo de cantar victoria por primera vez en la telonera del TC.
El sanmartiniano del Di Meglio Motorsport se manejó todo sobre el óvalo con chicanas, por eso saltó a la punta de la carrera en el octavo giro cuando el líder Tomás Urretavizcaya quedó encajado en la tierra al protagonizar un trompo a la salida de la segunda chicana.
Cuatro vueltas antes y tras partir del tercer cajón ya que su coequiper Luciano Ventricelli (ganador de la serie más veloz) optó por cambiar la tapa de cilindros y penalizó largando séptimo, el ex piloto de Toyota aprovechó para colocarse detrás de la Dodge en brillante maniobra de superación al Torino de Esteban Gini (ganador de la fase regular) en plena chicana.
Luego de la reanudación y cuando lideraba tranquilo, más allá de los intentos de Ramiro Galarza, llegó la peor noticia para Llaver. “Viene baja la presión de aceite”, dijo preocupado Rodolfo Di Meglio. Minutos después, el “Forcito” empezó a fallar, perdió terreno y Berni se fue a boxes en cinco cilindros.
Ahí quedaron truncas las chances de triunfo para quien no podía pelear por un lugar en el Play Off.
Con el camino libre, Galarza (que volvió tras un año de ausencia) saltó a la punta para luego festejar en lo más alto. Sin embargo, en la técnica, el motor de su Dodge superó el máximo de cilindrada permitido y fue excluido. Así, el éxito pasó a manos de Alan Ruggiero, quien había largado desde el décimo puesto.
Bernardo Llaver: "Lo bueno es que estuve adelante"
Tenía bronca, pero a la vez mostró conformismo. “Es una lástima. Estaba para ganarla pero el motor me jugó una mala pasada; los fierros son así”, lanzó Berni.
El joven de 27 años agregó que “venía bien, tranquilo, cuidando todo. Galarza me mostró el auto varias veces pero podía aguantarlo porque mi auto estaba firme hasta que pasó lo del motor”.
Sobre el problema, quien marcha 27º en el torneo dijo que “empezó a fallar y me fui a boxes. Lo bueno es que estuve adelante; lo necesitaba tras un duro inicio”.