Marito fue el único que creyó que Enzo no era cualquier Pérez. Hace un año y ocho meses, cuando Alejandro Sabella decidió citarlo para el amistoso ante Suecia, Mario Destéfano, el histórico utilero de la Selección, se lo anticipó a un mendocino que tal vez pase inadvertido en la guía telefónica, pero es una sorpresa en la lista de Argentina. “Vos vas a jugar en Brasil, acordate de mí” , le dijo.
-¿En serio no te lo imaginabas?
-Si esa misma pregunta me la hacías un mes atrás, te iba a decir que no. Seguro que no me imaginaba jugar el Mundial. Pero ahora que me confirmaron, estoy orgulloso.
-¿Sentís que entraste por la ventana? ¿Te sorprendió el llamado?
-Cuando Alejandro me llamó, estaba en Lisboa. Me preguntó cómo estaba física y psicológicamente, pero nunca me confirmó que iba a estar en la lista de 23, ni siquiera entre los 30. Lo tomé con la misma calma que la primera vez que me convocó. Sólo les avisé a mis familiares que había alguna chance. Ahora, estoy entusiasmado.
-La gran temporada que tuviste en Benfica influyó. ¿También incidió la posición de "doble cinco"?
-Es un puesto nuevo al que no estaba acostumbrado. Cuando el técnico (Jorge Jesús) me preguntó si podía jugar ahí, fui sincero. Le dije que apenas había disputado tres partidos en esa función, cuando jugaba en Estudiantes. Pero fui agarrando las mañas de la posición, me sentí útil para el equipo y eso me hizo crecer como jugador.
-Para Sabella, sos versátil. ¿Es el técnico que más jugo te sacó?
-Sí. El me conoce muy bien y tiene claro en qué posición puedo rendir y en cual le puedo dar un poco menos. Por eso hizo esta elección de 23 jugadores. En los entrenamientos y en los amistosos que tenemos por delante, le va a encontrar a cada uno su lugar. Alejandro es un técnico que me ayudó mucho a crecer como jugador. Lo agarré en una etapa de mi vida en la que me dio un impulso muy grande para jugar en Europa. Yo no le daba importancia a los entrenamientos. Creía que jugando bien el sábado o el domingo, era suficiente. Pero Alejandro me enseñó la trascendencia del día a día.
-Una vez que estás entre los 30, querés meterte en la lista de 23. Ahora que se confirmó tu presencia en el Mundial, tu meta debe ser ganarte un puesto de titular. ¿Cómo te enfocás ante este escenario, teniendo en cuenta que el equipo base está armado?
-Uno sabe que hay una serie de futbolistas que viene jugando desde hace mucho tiempo, son grandísimos jugadores y va a ser difícil, claro. Así y todo, uno no pierde las esperanzas. Soy consciente del lugar que ocupo y lo que voy a representar. También, que voy a aprovechar cada oportunidad que me toque, aunque sean cinco, diez o noventa minutos para demostrar por qué Alejandro me eligió.
-Le ganaste la pulseada a un jugador que parecía intocable: Ever Banega. ¿Fue chocante cuando se enteraron de la noticia?
-Cuando Alejandro nos dijo quiénes eran los tres jugadores que se iban a quedar afuera, fue un momento muy feo para todos. No sólo para los que se fueron, también, para los que quedamos. Es duro estar ahí, pero son cosas del fútbol y creo que uno tiene que estar preparado para esos momentos.
