Enzo Pérez, de la esperanza a la decepción

Al mendocino le faltó el gol para cerrar un primer tiempo perfecto, pero fue mal reemplazado en el segundo tiempo.

Enzo Pérez, de la esperanza a la decepción
Enzo Pérez, de la esperanza a la decepción

Enzo da mayor equilibrio, es recuperador y permite la llegada por los costados. Se lo nota muy seguro y enfrente habrá un muy buen mediocampo", detallaban desde el cuerpo técnico cuando se le consultaba los motivos por los cuáles Enzo Pérez iba a ser titular y la verdad que hasta que Argentina estuvo en partido (el error de Caballero hizo empezar otro encuentro), el mendocino había cumplido una tarea importante.

Bien parado en el mediocampo haciendo de escudero de Mascherano fue quien no dejó que Luka Modric pudiera manejar los hilos del partido.

Enzo además se transformó en ese primer tiempo en el conductor del equipo. Todas las pelotas pasaban por él, una cosa lógica más teniendo en cuenta que no había un enganche clásico.

Por momentos hizo recordar a aquel hombre que le dio solución al equipo de Alejandro Sabella en el Mundial 2014 y que fue la rueda de auxilio de Messi en la noche de Quito en la que Argentina selló los pasajes para Rusia.

A todo lo que aportaba en defensa, le sumó en ataque: llegó dos veces por sorpresa entrando como un nueve clásico y lo hizo en soledad, creando un problema para Croacia que no tenía esa situación en sus planes.

Así, tuvo la más clara del partido. Una pelota que le quedó boyando, pero le erró al arco por buscar definir cruzado frente a la presencia de un jugador croata en el arco.

Fue además quien le dio una habilitación a Messi en una jugada en la que La Pulga no llegó a tocar el balón frente al arquero rival.

En el segundo tiempo, perdió la brújula como todo el equipo y terminó siendo injustamente reemplazado. Su salida le dio un respiro a la dupla Modric-Rakitic que desde ese momento comenzó a manejar el partido a su antojo.

"Hay que hacer autocrítica individualmente y después en forma grupal para lo que viene. La idea era tener la pelota y dársela a Leo, pero se hacía imposible porque siempre estaba muy bien marcado", dijo el mendocino con un gesto muy adusto y sin ganas de enfrentar a los micrófonos.

Con la decepción del final y el resultado puesto, muchos maltrataron a todo el equipo con las calificaciones, pero el mendocino puede irse con la tranquilidad de haber hecho un partido correcto y confirmar que no fue a Rusia a pasear.

Una buena opción para el partido con Nigeria, aunque con Jorge Sampaoli nunca se sabe.

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