El fiscal Javier Giaroli imputó por homicidio agravado por el vínculo a Juan Bautista Contreras y desde ayer está preso en la cárcel de San Rafael.
El hombre, de 41 años, está acusado de matar a Carlos Contreras (76), su papá, y tratar de ocultar el crimen fingiendo que había desaparecido.
Fue el martes 2 de abril por la tarde cuando Contreras hijo se acercó a la Policía y denunció que no sabía nada del padre desde la primera hora de la mañana.
Dos días después, el cuerpo de Pirincho apareció en el fondo de una pileta abandonada a no más de 300 metros de su casa. Tenía una herida en la cabeza, marcas de ataduras en las muñecas y también lo que parecían señales de haber sido arrastrado.
Los perros entrenados en percibir restos humanos hicieron el camino inverso, siguieron el rastro de la víctima desde la pileta y terminaron en el placar de la casa donde vivían padre e hijo.
Además, vecinos aseguraron que Juan Bautista maltrataba sin piedad a Contreras. Mientras, el fiscal continúa con la producción de pruebas y la defensa se está poniéndose al corriente con los detalles del caso.