Tuvo que pasar un mes y medio desde la elección del 21 de junio para que en Guaymallén comenzase una de las transiciones departamentales más complicadas de la Provincia, no sólo porque se trata de una de las comunas con más dificultades financieras, sino también porque sus principales protagonistas no quieren encontrarse, hecho por el cual hubo emisarios de ambos bandos para avanzar en la charla, aunque el actual intendente interino, Luis Lobos (PJ), sí participó en el cónclave.
Pero tal como lo había anunciado, el jefe comunal electo, Marcelino Iglesias (UCR), no acudió a la reunión que se realizó en el quinto piso del edificio municipal. “Yo ya dije que con él no me voy a juntar, no tengo nada que hablar”, reconfirmó.
La reunión entonces contó con la presencia, además de Lobos, de los secretarios guaymallinos de Gobierno, Juan Khon; de Hacienda, Irma Bruno, y de Obras y Servicios Públicos, Federico Sampieri, por el lado del Municipio. Y por la futura gestión, el ex intendente Leopoldo Orquín (1983-1987), un hombre de confianza de Iglesias y con quien ha compartido trabajos y militancia política; Marcelo Japaz, que también ha participado en las reuniones transicionales de la provincia, acompañando a Martín Kerchner y Enrique Vaquié; la concejala Evelyn Pérez y el hijo de Marcelino, Mauricio Iglesias, licenciado en Economía (también es funcionario en la UNCuyo).
“Necesito a alguien de mi extrema confianza para esta etapa”, justificó Marcelino sobre la presencia de su hijo, al tiempo que aseguró, en igual línea que Cornejo en lo provincial: “Ninguno de los que está en esta transición trabajará en el Municipio”.
En lo referido a la demora en el inicio de las conversaciones, Marcelino aclaró: “Fue de ex profeso para demostrar que lo que decíamos era cierto”.
Es que desde su visión, y tal como anunciaba en la campaña, hubo gastos excesivos y ahora se están pagando las consecuencias, fundamentalmente con los atrasos que cada mes se producen en el pago de sueldos a trabajadores y en las deudas que la Comuna mantiene con varios proveedores.
Pedido de información
“Hay muchas irregularidades y pedimos información al respecto”, destacó el radical, que más allá de su ausencia, envió una nota que fue entregada a Lobos por la comitiva que encabezó Orquín.
En la misiva, que ni siquiera fue dirigida a Lobos, sino a Khon, Iglesias pidió un detalle sobre las obras públicas en ejecución, las adjudicadas no iniciadas y las que están en proceso de licitación. También pidió datos sobre vivienda, específicamente sobre barrios en ejecución, adjudicados y las prioridades que encaró la actual gestión.
En lo referido a Hacienda, Iglesias pidió información actualizada de la ejecución presupuestaria, ingresos y gastos; transferencias, sean nacionales provinciales, sobre todo durante este último año; convenios y contratos encarados por la Comuna; “acreencias del Municipio” con los gobiernos nacional y provincial y datos sobre la recaudación municipal.
Y en el caso del personal, donde Iglesias también ha denunciado una incorporación excesiva, pidió datos del total de la planta comunal, con la lógica discriminación sobre si reviste en forma permanente o temporaria, los contratos de locación de servicio u obra “o algún tipo de convenio con otros entes públicos y/o privados”, además del organigrama municipal.
Según Orquín, la charla -que sólo duró unos minutos- fue “en buenos términos” y se limitó a la entrega del petitorio. Y si bien no trascendieron más detalles, se supo que en la charla se habló de la situación financiera que atraviesa el departamento y que Lobos lo atribuyó “a la complicada situación que vive la Provincia”.
La continuidad de la transición se dará el próximo 18 de agosto, cuando vuelvan a encontrarse los mismos protagonistas, para que Lobos haga entrega de los primeros informes. “Creo que lograremos el objetivo de tener toda la información”, recalcó con optimismo Orquín.
