Por Zulema Usach
El proyecto Plato Lleno busca convertirse en un puente solidario para lograr que los alimentos en buen estado no se tiren y lleguen a los más necesitados. La iniciativa funciona desde hace dos años en Mendoza pero tiene su réplica en diversas provincias de Argentina y otros países con las particularidades de cada región. La experiencia de uno de los creadores de una entidad que se sostiene a pura voluntad.
Partieron de un dato que parece inverosímil: todos los días en Argentina se tiran al menos 4 mil kilos de comida cocida y que ni siquiera ha sido servida. En este contexto, Diego Salguero (40) -miembro de una entidad solidaria que busca hacer llegar parte de ese alimento a los más necesitados- llama a la reflexión: "Si donde la comida sobra es distribuida allí donde escasea, los recursos se aprovecharían mucho mejor y habría menos personas pasando hambre", dice a modo de síntesis al final de la charla con Club House.
Desde su punto vista, el secreto para resolver la ecuación está principalmente en poner ganas y corazón para aportar -con algo tan elemental como el alimento- a quienes más lo necesitan.
El proyecto Plano Lleno se trata justamente de eso: brindar tiempo y voluntad con el fin de que sea posible tender un puente entre los lugares donde las viandas abundan y los barrios, comedores y merenderos en los cuales las raciones tienen siempre más de un comensal esperando.
-¿Cuándo surge la iniciativa?
- En diciembre de 2015 empecé a concretar una idea que ya viene tomando forma en otras provincias y países con buenos resultados.
- Van a cumplir dos años, ¿cuál es el principal deseo?
- Ojalá que haya muchos rescates de comida.
"A medida que el proyecto de desarrolló en el tiempo hubo cada vez más voluntarios. Esa es la base que nos permite tener una continuidad, siempre con el compromiso firme".
- ¿Cuántos voluntarios fueron al principio?
- Primero fuimos dos personas, después siete y ahora somos 20. Cuando tuvimos más cantidad llegamos a 60 pero eso va variando mucho porque depende de la disponibilidad de cada uno y de los tiempos.
- ¿Cuál es el objetivo principal de Plato Lleno?
- Hacer que las comidas que representan un excedente en cantidad y servicios de catering en eventos, reuniones y fiestas especiales no se tire y llegue a escuelas, comedores, hospitales o a familias necesitadas.
- ¿A cuántas instituciones ayudan?
- La cantidad varía, pero estamos colaborando con 12 a 15 instituciones. Tratamos que la comida llegue de manera inmediata debido a que se deben cumplir todas las condiciones sanitarias. La distancia del lugar de origen al lugar de recepción no puede exceder los 15 kilómetros.
- ¿Con qué parámetro evalúan los resultados de los operativos?
- Con la cantidad de comida que rescatamos que, cada vez, es más. Desde que empezamos con el proyecto hasta la actualidad hemos entregado 120 mil kilos de comida preparada, equivalente a más de 200 mil raciones entregadas.
- Hay mucha necesidad de alimento.
- Sí. Y cada vez más. En los barrios, en los centros de ayuda se nota el hambre. El que asistía a 40 personas ahora tiene que ayudar a muchas más. Hay niños y personas de todas las edades que van a un comedor o merendero que abre, por ejemplo, sólo los martes y jueves. Están esperando el día para poder comer un poco mejor. Por eso todo lo que se pueda ayudar sumará con algo tan elemental como la comida”.
- ¿Cómo se sostiene un emprendimiento sin fines de lucro para que no quede sólo en buenas intenciones?
- Principalmente, con ganas de ayudar y buena voluntad. Es un trabajo en equipo y en red en el que no hay jerarquías.
- En esto, el trabajo de los voluntarios es clave.
- Sí, de hecho, a medida que el proyecto de desarrolló en el tiempo hubo cada vez más voluntarios. Esa es la base que nos permite tener una continuidad, siempre con el compromiso firme.
- ¿Cómo dan transparencia a las acciones?
- Una herramienta positiva en ese sentido ha sido Facebook porque si bien toda la ayuda se hace en el anonimato de los privados que colaboran (restaurantes, empresas de catering, bodegas, etc), nosotros fotografiamos las donaciones cuando llegan a su destino. Se hace un muestreo de que todo lo que se dona llega a personas que lo necesitan.
- ¿Por qué nació esta idea de aplicar la metodología en
Mendoza?
- Trabajo en el rubro gastronómico desde hace más de quince años y notaba que había un excedente, nunca sobrante, porque es comida que no ha salido de la cocina, que se tiraba y que ni siquiera había sido tocado. Es decir, eran porciones intactas que simplemente se tiraban porque había ido menos gente al evento, entre otras razones. Por otro lado, considero que me educaron para estar atento a las necesidades de otras personas, al menos colaborar en lo que se pueda. Yo tenía al alcance la parte gastronómica.
- ¿La cercanía con las fiestas de fin de año hace sumar colaboraciones?
- Sí. De diciembre a marzo es la temporada pico porque es cuando se hace la mayoría de los eventos.
- ¿Cómo son los operativos de rescate de comida?
- Partimos del concepto básico de que la comida que está en buen estado y que no ha sido descartada ni manipulada no se tira. En base a eso buscamos las alternativas para que todo lo que rescatamos llegue a los destinatarios.
- ¿Cómo garantizan la calidad de las donaciones?
- Por lo general, son comidas cocidas. Tenemos un bromatólogo entre nuestros voluntarios y aplicamos todas las medidas para evitar cualquier tipo de intoxicación de la comida. La entrega, además, tiene que ser inmediata y en recipientes descartables. A los voluntarios se les entrega delantal, identificación, cofia para el cabello y barbijo. Los materiales descartables, como las bandejas y cubiertos, son recibidos de donaciones.
- ¿Cómo es la recepción de los destinatarios, una vez que llegan con las porciones?
- Nos suelen recibir con mucha alegría. Hay gente que sabe que hacia los fines de semana los vamos a ayudar. Pero eso depende del volumen rescatado y de la cercanía entre el lugar de origen y el del destino. Aparece un donante, nosotros hacemos el operativo. Fotografiamos lo recaudado y lo vamos a entregar.
"En los barrios, en los centros de ayuda, se nota el hambre. El que asistía a 40 personas ahora tiene que ayudar a muchas más".
- ¿Plato Lleno está en otra provincias y países?
- Sí, es una red que está también en Buenos Aires, Misiones, Bahía Blanca, Montevideo (Uruguay) y Cartagena de Indias
(Colombia), entre otros. Cada lugar tiene su propia logística para recaudar los platos de comida y distribuirlos. Por lo general los donantes coinciden con el perfil productivo de cada sitio. Acá en Mendoza, por ejemplo, el fuerte son las bodegas.
Cómo ayudar
Quien esté interesado en sumarse al proyecto Plato Lleno ya sea como voluntario o como donante de alimento puede contactarse con el grupo a través de su página de Facebook Proyecto Plato Lleno Mendoza o enviar un mail a platolleno.mza@gmail.com
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