Beatriz Resa dice que es el negocio más antiguo de Mendoza. Y si no lo es, al menos está entre los primeros tres. La Tabaquería Londres (Necochea 68) abrió sus puertas en 1850 y pasó de mano en mano durante 167 años, hasta nuestros días.
Su actual dueña, Beatriz, asegura que la historia de los dueños originales se perdió con el paso del tiempo y que ni siquiera en los registros municipales figura el primer comerciante que empezó a vender tabaco en el corazón de la Ciudad.
“No saben quién empezó. No está en los registros que tiene la Municipalidad. La primera noticia que tengo yo de la tabaquería es por mi abuela, la madre de mi mamá, Serafina Prolongo, que trabajó como cajera. Tenía 16 años. Después siguió su vida en otros lugares”, señaló Beatriz, dueña del lugar desde hace 15 años.
“Siempre tuvo la denominación Londres, pero en algunos momentos fue cigarrería en vez de tabaquería o tuvo barbería. Pero el nombre Londres estuvo siempre”, indicó Beatriz, bañada del olor a tabaco y especias que la acompaña cada día.
Tabaquería típica
La dueña de Londres contó que hace 45 años la tabaquería era la más frecuentada de Mendoza. Y agrega que cuando ellos, su papá Hilario y ella, compraron el local aún había muebles y objetos de antaño, acumulando tierra.
“Encontramos este afiche”, dice -señalando el mostrador del fondo del local- que tiene muchísimos años. “Mucha gente ha querido comprármelo, pero es una reliquia", aseguró la mujer, agregando que desconocía totalmente el negocio al hacerse cargo. “Y no fue fácil, sobre todo siendo mujer. Pero los proveedores siempre nos dieron una mano para recuperarnos y reflotar el local”, señaló.
Durante estos quince años, muchos de los clientes habituales y más antiguos dejaron de venir. En tanto, los jóvenes comenzaron a hacerse la clientela frecuente de Londres. El resto de los "habitués" son personas mayores, que encuentran en la tabaquería los insumos para sus pipas o sus habanos preferidos.
“Entre 20 y 40 años tenemos muchos clientes. Y lo llamativo, a contramano de otras épocas, es que 50% son hombres y el resto mujeres. Ocurre que se puso de moda hace unos años el armado de cigarrillos y los jóvenes son quienes más piden”, resaltó.
"A diferencia de otras épocas, hoy La mitad de nuestros clientes son mujeres."
Tiempos difíciles
Para la propietaria de Londres, durante los años que lleva administrándolo, los tiempos más complicados fueron durante el cierre de las importaciones, a partir de 2010, época de la que aún no han podido recuperarse, pese a que admite que 80% de sus productos tienen origen extranjero.
“Fue muy difícil. Cerraron las importaciones y nosotros tuvimos que reducir el negocio a la mitad. Los costos fijos no nos daban para mantener todo el local. A ello se le sumó que la producción de tabaco argentino es muy poca y no es de las mejores”, recordó Beatriz.
Según aseguró, hasta 2007, y se anima a decir que hasta 2010, la tabaquería se mantuvo a buen ritmo -tenía dos empleados permanentes-, pero luego comenzaron las complicaciones. "En aquellos momentos 90% de lo que teníamos era importado. Así, tuvimos que achicarnos y ser solo tabaquería, sin extras", deslizó en confianza agregando que desde 2015 la situación mejoró. "A mí me va bien. Un buen día pueden llegar a entrar 70 personas de las cuales 10 gastan más de 300 pesos", agregó.
Más económicos
Resa defiende los cigarrillos armados por sobre los industriales. Indicó que son más económicos y que además tiene mucha mayor calidad, al no tener aditivos nocivos. Por ejemplo, un "20" de primera marca cuesta 70 pesos. Mientras que un paquete de 30 gramos -que rinde 45 cigarrillos- cuesta 45 pesos. A eso se le debe sumar el gasto inicial de 90 pesos en adelante para la maquinita que arma los cigarrillos y 45 pesos los 120 filtros (2,60 pesos cada uno).
Actualmente, el local cuenta con 80% de variedades de marcas de tabaco importadas contra 20% nacionales. Además, se consiguen pipas, habanos, encendedores, boquillas, narguiles, inciensos, carbones, té y especias de la India -"para diversificar el negocio"-, entre otras opciones relacionadas con el rubro.
Respecto de la competencia, advirtió que hay poca, la mayoría de sus competidores no se dedican específicamente a la venta de tabaco y quienes lo hacen no reúnen las condiciones adecuadas para conservar los productos. "Tenemos 5 humidores que controlan la humedad. Funcionan permanentemente", remarcó.
Para finalizar, reveló que el secreto para sobrevivir en el comercio mendocino es la fortaleza. "Se puede vivir de esto tranquilamente siempre que las reglas sean estables. Que no pase lo que pasó la semana pasada -en referencia a la brusca suba del dólar-, que te desordena todo. Hay que ser fuertes para resistir los embates, poniendo siempre la mirada en el futuro", cerró.