Su trompa asoma por una de las columnas del estacionamiento. Su nariz baja, afilada y con esas tomas de aire que también incluyen los faros delanteros lo hacen inconfundible. Esos ojos con sombra son del McLaren 720S, uno de los deportivos más espectaculares del planeta que aguarda con toda su furia anestesiada para salir al asfalto. Su altura menor a 1,2 metros, contraria a la de un gigante, intimida.
Esta cupé forma parte de los Super Series de la marca británica. Que traducido en criollo sería algo así como redundar en la deportividad. Es lo más extremo que hacen en Woking después de sus series súper especiales (Ultimate Series), como el McLaren Senna que diseñó el tucumano Esteban Palazzo.
El chasis de este deportivo está construido en su totalidad en fibra de carbono. Y aunque no tiene la trayectoria ni la mística de sus rivales italianos, como Ferrari o Lamborghini, en ese orden, McLaren apuesta por la técnica y la precisión de sus vehículos.
A pesar de su corta vida como fabricante de vehículos de calle (apenas 30 años, que incluyó una inactividad entre 1994 y 2010), cerró 2018 con más de 4.800 unidades vendidas en todo el mundo, apenas 700 por debajo de Lamborghini y sin un SUV en su gama, producto que la marca del "toro" ya vende y Ferrari lo hará pronto.
Antes de ponerlo en marcha intento contemplar el interior para tratar de familiarizarme. No puedo, la ansiedad me gana. Trato de repasar mentalmente las características del 720S antes de encender el motor pero la tentación de presionar el botón rojo de start es demasiado grande... Y en un instante, un concierto para trombones comienza con su melodía.
La potencia de su V8 biturbo de 4.0 litros le dan el nombre a este modelo: son 720 caballos de fuerza que salen desde el centro del vehículo, sobre la espalda de los ocupantes, y que se transmiten al eje trasero en sociedad con una caja automática de doble embrague y 7 marchas.
Por suerte, para salir del aeropuerto hay que recorrer un tramo. Me ayuda a familia rizarme con las proporciones invertidas por conducir con el volante a la derecha a ir comprendiendo lo arisco de esta bestia.
Parece suave y dócil circulando despacio, aún cuando el ronquido de su motor dé a entender lo contrario. Pero claro, estoy circulando en la opción Comfort, en la que toda la ingeniería del vehículo permanece en un estado de aparente somnolencia. Y es aparente porque al subir a la autopista sólo basta con presionar un poco más el pedal del acelerador para comprobar que los 720 caballos y sus 770 Nm de torque (momento de fuerza máxima del motor) están atentos como bomberos.
El cambio de marchas se produce de manera suave pero la dirección es menos liviana que las actuales, inclusive que la de otros deportivos. Es que McLaren sigue optando un sistema con asistencia electro-hidráulica en lugar de una completamente eléctrica.
Con el modo Sport se siente rápido el cambio. El acelerador se vuelve más sensible, la suspensión algo más firme, la dirección un poco más dura y el paso de marchas de la caja de cambios es bastante más notorio.
La sensación de ir sentado a milímetros del piso, con la ronca melodía del motor empujando desde nuestra espalda, en donde los cambios de carril en la autopista parece hacerse sobre rieles y en un pestañeo y con una reacción sorprendente sin importar qué cambio está engranado, es simplemente fascinante.
Hay una configuración más, el modo Track, con el que el soporte del tablero digital
rota hacia abajo y deja a la vista un pequeño display en el que sólo se ve un cuenta vueltas, la velocidad que se lleva y la marcha que va engranada. Es decir, sólo lo necesario para manejar.
Salgo de la autopista y en un momento me encuentro en un camino asfaltado completamente desierto y plano. No se ve nada ni a nadie para donde se mire. Detengo por completo el auto. Era el momento de probar la aceleración con partida detenida.
Presiono el botón Launch, que utiliza la electrónica de sus sistemas de asistencia para acelerar de la manera más rápida y eficiente posible. Comienzo a acelerar para que el motor gane en vueltas (el sistema lo mantiene apenas por encima de las 3.000 rpm) mientras , con el pie izquierdo presiono el freno... hasta que lo suelto.
Creo que el auto no recorrió más de 20 metros hasta que dejé de pisar el acelerador. La fuerza de aceleración es sencillamente impactante. En un pestañeo el 720S supera los 100 km/h y cuando me doy cuenta ya estamos arañando los 200 km/h.
Los números oficiales son contundentes. Este McLaren necesita 2,9 segundos para ir de 0 a 100 km/h, 7,8 para ir de 0 a 200 km/h y 21,4 para ir de 0 a 300 km/h. La velocidad máxima está declara en 314 km/h que no hubo ninguna necesidad de comprobar.
Luego de más de 300 kilómetros de manejo llego al hotel, todavía emocionado por estar sobre esta cupé. Un sistema que eleva la trompa permite sortear con más facilidad los lomos de burro de la entrada.
Un poco más familiarizado con el auto, me permito quitar el control de estabilidad, el encargado de evitar que las ruedas patinen y que el vehículo no pierda la trayectoria. Solo recién ahí se comprende el monumental trabajo que han logrado los ingenieros de Woking para que este auto vaya como va.
A pesar de ello, sin este sistema conectado, el auto sorprende por la precisión que tiene. Un pequeño giro de la dirección o un golpe en el freno y el auto obedece al pie de la letra. Eso sí, al acelerador hay que dosificarlo más. A cualquier exceso le pasa factura. No perdona.
Por el momento, McLaren no tiene previsto desembarcar en nuestro país, aunque ya vende en Chile y el año pasado llegó a Brasil.
El McLaren 720S cuesta unas 218 mil libras (más de 282 mil dólares) en Inlgaterra. Un Lamborghini Aventador, que es un poco más grande (4,8 metros de largo) pero con una potencia similar (700 CV), cuesta unos 260 mil libras. Mientras que una Ferrari 488 Pista (720 CV) arranca en 252 mil libras.
McLaren pertenece a la más alta casta de constructores de autos deportivos. De eso no hay ninguna duda. Y el 720S es uno de los mejores ejemplares que tiene para comprobarlo.
Ficha técnica
MCLAREN 720S
218.000 libras (En Inglaterra)
Motor Naftero
Cilindrada 3.994 cm3
N° de cilindros V8
Potencia 720 CV a 7.500 rpm
Torque 770 Nm a 5.500 rpm
Transmisión automática, 7 marchas
Velocidad máxima 341 km/h
Acel. 0-100 km/h 2,9 segundos
Ace. 0-200 km/h 7,8 segundos
Acel. 0-300 km/h 21,4 segundos
Dimensiones y capacidades
Peso 1.419 kg
Baúl delantero/trasero 150/210 dm3
Tanque de combustible 72 litros
Neumáticos delanteros 245/35 R19
Neumáticos traseros 305/30 R20 Largo 4.543 mm
Ancho 1.930 mm Alto 1.196 mm
Distancia entre ejes 2.670 mm
Trocha del /trasera 1.674/1.629 mm