La mañana del sábado 21 de agosto de 1909 los mendocinos volverían a leer la expresión "skating-rink". En una nota de sociales, publicada por Los Andes, se anunciaba la inauguración del flamante salón de patinaje en la Confitería Sportman, en ciudad.
El local, que en sus inicios fue propiedad de Remorino y Pucci, estaba ubicado en la calle San Martín al 1343. El comercio, que también supo ser un afamado salón de baile y cinematógrafo, se había inaugurado a principios de siglo y cerró sus puertas a causa de los efectos económicos que trajo aparejado la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
En la pequeña nota de sociales, de aquel sábado también se explicaba al público que en la misma confitería había un salón especial, destinado a que las señoritas tomaran lecciones “de este novedoso deporte, que tanto seduce a la juventud”.
La Confitería Sportman, también línea de llegada de las primeras pruebas de ciclismo de ruta, fue testigo del entusiasmo y de charlas afiebradas que proponían el nacimiento de un club.
Las publicidades en nuestro diario de la firma A.M.Ridgley -sobre el perfeccionamiento de los sistemas de patines- alentaban al desarrollo de esta actividad urbana.
Camino al primer partido
En el mes de junio de 1910, un grupo de señoritas decidiría -alertadas por el cierre del "skating-rink"-, reunirse en el Parque San Martín para patinar en el embaldosado, que si bien era algo áspero les permitía deslizarse con alguna comodidad.
Ese hecho provocaría un cambio de costumbres y el 25 de junio de 1932, el Patín Club Mendoza era alumbrado por un grupo de jóvenes con la intención de fomentar la práctica del patín y del hockey sobre patines.
La primera comisión directiva, de carácter provisorio hasta la aprobación de los estatutos, estaba formada por Victoriano Alguacil y Justo Olguín, presidente y secretario, respectivamente.
El domingo 3 de julio de 1932, a las tres de la tarde, en una avenida situada a dos cuadras de la Rotonda, en el Parque (como lo anunciaba la prensa), el Patín Club celebraría su primer partido oficial.
El "Cuadro Rojo" estaría formado por Juan Giménez, Libaneo Battel, O. Sanz, Arturo Doña (capitán), Ernesto Griffouliere y J. C. Olguín. Mientras que el "Cuadro Verde" lo integrarían H. Pedernera, Lorenzo Musa, Serafín Olivencia, A. Chimelli, Rafael Rubio (cap.), y V. Alguacil.
La nueva institución, que en el mes de setiembre elegiría como presidente a Arturo Muñoz, había sentado su secretaría en la calle José Federico Moreno al 1483. Mendoza comenzaba a desarrollar el deporte que a finales del siglo XIX, en Inglaterra, el estadounidense Edward Crawford adaptó del hockey sobre hielo para jugar sobre un suelo liso.
Los amantes de la velocidad
El sábado 12 de octubre de 1929, en el Parque, se celebró un extenso programa deportivo con partidos de tenis, pruebas de atletismo, carreras de ciclismo y de patinaje.
En el Festival participarían los más destacados representantes de los clubes Independiente Rivadavia, Asociación Sportiva Italiana, Federación Atlética Argentina, Club Mendoza de Regatas, Mendoza Tennis Club, Athletic Pacific Club, Nacional Sport Club, Club Gath y Chaves y del Tiro Federal Mendoza; entre ellos, ocho aventureros probarían su destreza deslizándose sobre cuatro rueditas.
Arturo Doña, Luis Amézqueta, Salvador Tejón, Antonio Mancini, Jorge E. Labat, Enrique Puig Díaz, Adolfo Raúl Scalvini y Alberto Morandi fueron los protagonistas de aquella jornada.
Tres años después, en el Patín Club los cultores de la velocidad estaban divididos en tres categorías. Al pelotón se habían sumando, entre otros, Lorenzo Mussa, Eliseo Posca, Ernesto Griffouliere, Serafín Olivencia, Olimpo Pouz, Juan Giménez, José Antonio Bhiedy y J. Pérez Mathey.
A finales de 1933, el Patín Club Mendoza (PCM) contaba con su propio campeonato de velocidad y también con un torneo de hockey sobre patines.
Además de una sección femenina que abrazaría la práctica del hockey sin patines o "lawn-hockey".
Cuatro equipos de arranque
Los domingos por la mañana, en la avenida del Zoológico del Parque (frente a la actual escuela hogar Eva Perón), se hicieron conocidos los cuadrangulares organizados por el PCM.
Quichuas, Curupaytíes, Bunay-Capi y Chiriguanos fueron los nombres de las fracciones que dibujaron la idea de un torneo y también con las que los miembros del club buscaban alentar la participación del público.
En 1924, en Europa, se había creado la Federación Internacional de Patinaje, entidad que regularía tanto el hockey sobre patines como el patinaje artístico y el de velocidad. Los países fundadores fueron Inglaterra, Suiza, Alemania y Francia.
Mendoza, como Capital Federal, motorizaba el hockey anoticiándose de lo que ocurría en el viejo mundo. Primero con novedades de un torneo Europeo, dos años después con el primer Mundial de la actividad en Stuttgart, Alemania.
Del otro lado del mundo, casi a los pies de la cordillera, L. Battel (cap.), Rossi, W. Posca y Francisco Vargas, integrantes del equipo Quichuas, eran saludados por Los Andes tras coronarse como los primeros campeones del Patín Club Mendoza. En la página 16, de su edición del 25 de marzo de 1934, hablaba de resultados óptimos y escribía: "Ya tiene Mendoza sus noveles representantes en hockey y no tardará mucho tiempo en que los veremos mezclados en contiendas deportivas interprovinciales, disputando con rivales más experimentados y técnicos la supremacía del hockey nacional".
Arturo Doña, el patinador entusiasta con alma de capitán
Arturo Doña fue uno de los precursores del patinaje en Mendoza a fines de la década de los 20; fue un activo participante en las competencias de velocidad, luego un rudo jugador de hockey sobre patines y finalmente un destacado entrenador y también patinador artístico en el Club Andes Talleres.
Junto a Elías Baglini, Alberto Levi, José Llarrea y Alejandro Posca (h), le dieron vida al Patín Club Mendoza y fue el capitán de la facción "Roja". Luego, alentando la competencia, fue uno de los fundadores del Skating Club Godoy Cruz, en junio de 1936.
De patinar en las calles del Parque San Martín frente al ex Zoológico, Doña terminó de forjar su figura tras ganar la Maratón de patín, carrera que, el 26 de julio de 1936, unió las plazas departamentales de Godoy Cruz y Luján para completar un recorrido de 36 kilómetros.
Doña cumplió con el trayecto, que nació y finalizó en Godoy Cruz, con un tiempo de 1h15’; lo secundaron en el podio Rolando Romero e Irineo Rispaud. En 1937, bajo la bandera del Skating, Arturo formó un equipo de hockey con sus hermanos Manuel, Ernesto, Luis, Carlos y Armando. En los 50, junto a Omar Dubín, fue entrenador de patinaje artístico en el Club Andes Talleres. Arturo Doña falleció a los 52 años, en junio de 1967.