La defensa de César Milani justificó la internación del ex jefe del Ejército en un hospital por entender que su salud está resentida por el "agravamiento en sus condiciones de encierro" y advirtió que el "contexto hostil" que dijo que enfrenta el militar en la cárcel conllevaría el riesgo de que alguien atentara contra su "vida".
Milani fue internado, el jueves a la noche, en el Hospital Penitenciario Central (HPC), ubicado en el complejo carcelario de Ezeiza, luego de que un juez ordenara la atención "médica y psicológica" del militar, por un pedido de la defensa.
La abogada Mariana Barbitta se refirió al "hábeas corpus correctivo" presentado a la Justicia "frente al agravamiento de las condiciones de encierro" en el penal de Ezeiza del ex jefe del Ejército, acusado de crímenes de lesa humanidad en la última dictadura.
“Entendimos que en una unidad como es la 31, que tiene un anexo para varones (por delitos) de lesa humanidad, se frenaban dos conflictos: uno de salud, vinculado con una hipertensión y una arritmia, y además una situación por un contexto hostil que genera también impacto en la salud psíquica de César Milani”, señaló.
En declaraciones a radio Delta, consultada sobre si el temor de Milani es que lo puedan matar en la cárcel, la letrada remarcó: “Cualquier situación de riesgo, en el sentido de estar permanentemente con estas situaciones hostiles, puede generar claramente cualquier efecto disparador y también afectación a la vida”.
Barbitta insistió en pedir la prisión domiciliaria del militar y aseguró que “la complicación” en no otorgar este beneficio “viene por cuestiones políticas porque no hay cuestiones judiciales ni jurídicas que puedan sostener la detención de Milani. No hay peligro de fuga ni entorpecimiento”.
“Milani tiene que estar en libertad, tiene que defenderse en libertad. Si en algún momento llega un juicio oral y la Justicia entiende que tiene que responder por los hechos que han denunciado, tendrá que recibir una sentencia condenatoria”, reflexionó.
Si bien hicieron lugar a la orden judicial a favor de Milani, las autoridades penitenciarias decidieron apelar la medida pues su internación "no es el criterio" de los médicos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), quienes consideran que el ex jefe del Ejército puede ser tratado desde su lugar de alojamiento, en la Unidad 31, donde estaba detenido en soledad.
Sin embargo, la abogada integrante del equipo de la defensa del ex jefe castrense, hizo referencia a un “agravamiento” del estado de salud de Milani “por las condiciones de encierro” y aseguró que así fue planteado el lunes último en el “hábeas corpus correctivo” tramitado ante la Justicia.
Además de Milani, en el HPC del complejo penitenciario de Ezeiza permanecía internado el detenido empresario santacruceño Lázaro Báez, luego de que el martes a la noche fuera trasladado al Sanatorio Los Arcos para un chequeo extra muros a raíz de una “fuerte arritmia”.
En el mismo nosocomio permanecía además el represor condenado por crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos durante la dictadura militar, Miguel Etchecolatz, principal sospechoso de la desaparición del testigo Jorge Julio López, en 2006, y puesto bajo observación por la hipertensión que padece y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Milani, detenido en La Rioja el 17 de febrero pasado, no presentaría “ningún síntoma” que requiriera especial atención médica o psicológica, según las autoridades penitenciarias.
Apenas llegado de la cárcel de La Rioja, luego de un hábeas corpus solicitado por la defensa y concedido por la Justicia, Milani fue alojado en la Unidad 31, dentro del penal de Ezeiza donde se encontraban detenidos nueve represores condenados por crímenes de lesa humanidad.
Pero un pedido posterior de la defensa, a través de un nuevo hábeas corpus, solicitó que Milani fuera puesto bajo el sistema RIF (Resguardo de la Integridad Física), ya que se sentía amenazado.
Por ese motivo, los nueve detenidos por crímenes de lesa humanidad que permanecían en aquella Unidad fueron trasladados a otro módulo, y se dejó a Milani en soledad, en cumplimiento del RIF, que es un sistema que dispone “23 horas adentro y una hora de recreo”, pero sin compañía.
Luego de cuatro días “en soledad” bajo el régimen, la defensa de Milani volvió a presentar un nuevo hábeas corpus en el que se argumentaron “problemas psicológicos”, al que el juez de Lomas de Zamora (juzgado que tiene jurisdicción en Ezeiza) dio lugar y ordenó su internación en el HPC.
En el Hospital Penitenciario, Milani continuó bajo el sistema RIF y fue alojado en una celda alejada, para que no tuviera contacto con el resto de los 110 detenidos en ese lugar, entre ellos el represor Etchecolatz.
Pero ayer al mediodía llegó un nuevo pedido de la defensa de Milani para que el militar retirado no siga bajo el sistema RIF, que ellos mismos habían pedido, y se lo vuelva a pasar a una habitación común dentro del HPC de Ezeiza.
El ex jefe del Ejército está detenido desde el 17 de febrero último, acusado por delitos de lesa humanidad; tiene prisión preventiva y está procesado por los secuestros y torturas de Pedro Adán Olivera y su hijo Ramón, en 1977, y Verónica Ligia Matta, en 1976, en La Rioja, y está procesado sin prisión preventiva por la desaparición del soldado Alberto Ledo en Tucumán.
Además, Milani fue procesado por presunto enriquecimiento ilícito, por la adquisición de un inmueble en el exclusivo barrio La Horqueta de San Isidro, que compró en 2010.