Los restos del ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Fayt, fueron inhumados ayer en el Cementerio de La Recoleta, en una ceremonia que contó con la presencia de las autoridades del Máximo Tribunal, dirigentes políticos y representantes del ámbito judicial, quienes expresaron su reconocimiento a la labor del ex magistrado.
No obstante, el velatorio no tuvo la presencia de representantes del Gobierno nacional, si bien el presidente Mauricio Macri manifestó sus condolencias a través de las redes sociales.
Integrante de la Corte Suprema desde el regreso de la democracia, en 1983, hasta fines de 2015, un día después de concluida la gestión de la presidenta Cristina Fernández, quien intentó removerlo, Fayt falleció en la noche del miércoles a los 98 años.
Macri destacó que Fayt “fue un hombre comprometido hasta el último día de su vida con la Justicia” y sostuvo que “todos los argentinos” tienen que “estarle agradecidos”.
“Respeto y agradecimiento a Fayt”, se titula la nota subida a las redes sociales del mandatario, en la que señala: “A veces hablamos de la importancia de las instituciones, pero las instituciones son tan importantes como las personas que las conducen”.
Por su parte, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, recordó al fallecido decano del Máximo Tribunal como “un hombre íntegro” y de “gran espíritu”, al resaltar que “tuvo, como todos nosotros, presiones de todo tipo, pero siempre pensó institucionalmente”.
En tanto, la vicepresidenta de la Corte, Elena Highton de Nolasco, calificó de “hombre importante” a Fayt, de quien destacó que “trabajó hasta su último día” como integrante del Máximo Tribunal.
Si bien ningún representante del Gobierno se hizo presente en La Recoleta, la vicepresidenta Gabriela Michetti, funcionarios y distintos dirigentes de Cambiemos, despidieron por Twitter.
Michetti escribió que “la historia argentina tiene una página especial para Fayt”, quien fue, resaltó, “un gran hombre de la República”.
Por otro lado, Graciela Fayt, hija del fallecido ex juez de la Corte, destacó que su padre “se merecía una partida como la que tuvo, muy en paz y amorosamente”.
“Fue un luchador, y en algunos momentos él me decía: ‘Si algunas personas supieran que me nutre el desafío y la pelea, no me molestarían; me están dando más energía. En lugar de lograr que me retire, están logrando que me quede’”, recordó sobre la embestida del kirchnerismo para que dejara su cargo.
En tanto, la referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, lamentó la muerte, al señalar que “un gran maestro argentino se va”, y repudió que el kirchnerismo haya “intentado humillarlo el año pasado”.
Por su parte, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, emitió un escueto comunicado de elogio póstumo para Fayt, en el que resaltó que el ex ministro de la Corte “se destacó particularmente por su coherencia y la férrea defensa de sus convicciones”.
En medio del silencio de los ex funcionarios y dirigentes kirchneristas, Daniel Scioli destacó que el fallecido magistrado “consagró su vida a la democracia y el Estado de Derecho”.
La relación de Fayt con el anterior gobierno estuvo signada por el reclamo del kirchnerismo para que el magistrado dejara su cargo debido a su avanzada edad, lo que sucedió en diciembre del año pasado, cuando el juez renunció a la Corte un día después de la asunción de Macri.
Su última batalla fue resistir al kirchnerismo
El último capítulo del paso de Carlos Fayt por la Corte estuvo signado por un enfrentamiento con el kirchnerismo, que el año pasado intentó, sin éxito, sacarlo de su cargo bajo el pretexto de que no reunía las condiciones psicológicas necesarias para hacer su trabajo.
Por aquellos días, el centenario magistrado hizo saber al kirchnerismo que pensaba “resistir” en su puesto hasta que cambiara el gobierno y presentó su renuncia a partir del 11 de diciembre de 2015, el día siguiente a la finalización de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
El enfrentamiento entre Fayt y el kirchnerismo se disparó a partir de la anticipada tercera reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente de la Corte, cargo que ocupa desde 2007, en mandatos consecutivos de tres años.
La capacidad de Fayt fue puesta en duda por el kirchnerismo luego de que el periodista Horacio Verbitsky revelara en el diario Página/12 que el ministro de la Corte no había asistido a la reunión en la que se decidió la continuidad de Lorenzetti y que firmó el documento de la reunión en su casa.
El 26 de abril de 2015, Verbitsky publicó que era falso que la Acordada 11 de 2015 había sido alcanzada por los miembros de la Corte “reunidos en la Sala de Acuerdos del Tribunal”, como decía el documento en el que también se hacía referencia a “la próxima conclusión del mandato de las autoridades”, que vencía al año siguiente.
“Dado su deterioro cognitivo, Fayt no está en condiciones de estudiar ningún expediente, tarea que delega en sus colaboradores, cuya continuidad depende del presidente de la Corte”, escribió el periodista. A partir de aquella publicación, el kirchnerismo requirió en Diputados un informe sobre el estado de salud del entonces ministro y creó una subcomisión para investigar el tema, pero finalmente no avanzó.
“Me encuentro bien, estoy trabajando como siempre. Seguiré así mientras Dios me dé fuerzas, vida y plenitud. Quiero agradecer todas las manifestaciones de aprecio que he recibido”, sostuvo Fayt por aquellos días.
Perfil de un juez republicano
El ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Fayt, que falleció a los 98 años, militó en su juventud en el socialismo y a los 40 años se postuló para la gobernación de su provincia, Jujuy, aunque sin éxito.
Abogado y doctor en jurisprudencia, luego de una extensa carrera asumió su cargo en la Corte Suprema el 21 de diciembre de 1983, a los 65 años, designado por el entonces presidente Raúl Alfonsín.
Se retiró el 11 de diciembre de 2015, un día después de que concluyera el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que llegó a impulsar en el Congreso un proceso "investigativo" para saber cuál era el estado de salud mental.
Renunció luego de firmar en su casa la acordada del 21 de abril de 2015, por la cual Ricardo Lorenzetti fue reelecto presidente de la Corte hasta 2019.
En aquella oportunidad advirtió que trabajaría hasta que Dios le diera “fuerza, vida y plenitud”.
Además de su cargo en la Corte, Fayt tuvo una vasta trayectoria en la docencia, sobre todo en la Universidad de Buenos Aires y publicó más de treinta libros.
El uno de febrero próximo hubiera cumplido 99 años. Jorge Rizzo, quien fue el abogado de Fayt, confirmó poco antes de la medianoche del miércoles que su hija Graciela le comunicó la triste noticia: “Salud maestro, gracias por todo”, resumió en su cuenta de Twitter. Según indicó Rizzo, “no habrá velatorio” y “sus restos serán llevados a su bóveda de Recoleta”.