El segundo yihadista que atacó la sede del semanario Charlie Hebdo la semana pasada fue enterrado en secreto en una tumba anónima cerca de París, informaron las autoridades francesas hoy, mientras la policía continúa alerta en Europa ante la amenaza terrorista.
Cherif Kouachi, uno de los dos hermanos que mataron a 12 personas en el atentado contra la publicación satírica el pasado 7 de enero, fue enterrado poco antes de medianoche del sábado en un cementerio de Gennevilliers, un día después que su hermano mayor Said, cuyo funeral también se celebró con suma discreción, en la ciudad de Reims (noreste).
La familia de Cherif, incluida su viuda, no acudió al entierro, según un responsable de la alcaldía.
Los hermanos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad después de tres días de persecución policial, después de la matanza en la sede de la publicación Charlie Hebdo, que enfurece a numerosos musulmanes por publicar repetidamente caricaturas del profeta Mahoma, cuya representación es considerada ofensiva para el islam.
La indignación volvió a aflorar en un buen número de países de mayoría musulmana tras la publicación en el último número de una nueva caricatura de Mahoma como respuesta a la masacre.
Los peores disturbios se han producido en Níger, donde al menos 5 personas murieron y una decena de iglesias fueron incendiadas y saqueadas el sábado.
En total, diez personas han fallecido y decenas han resultado heridas en dos jornadas de protestas, donde las manifestaciones derivaron en ataques, saqueos y vandalismo contra las iglesias y también contra bares, hoteles y comercios pertenecientes a personas no musulmanas.
Hoy, además, se produjeron nuevos enfrentamientos entre la policía y los asistentes a una manifestación política prohibida y no relacionada con Charlie Hebdo, en la capital del país, Niamey.
Mientras, en París, estaba prevista otra concentración en memoria de la joven agente de policía Clarissa Jean-Philippe, asesinada por Amedy Coulibaly, el tercer islamista y autor de la toma de rehenes en el supermercado kósher, que también fue abatido por la policía.
Continua la alerta en Europa
Nueve de las 12 personas arrestadas el viernes en Francia seguían en detención preventiva hoy para ser interrogados sobre "un posible apoyo logístico" - sobre todo armas y vehículos -, a Amedy Coulibaly, informaron fuentes judiciales.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, indicó que todos los detenidos eran "conocidos de la policía".
Por su parte, Bélgica desplegó sus tropas por primera vez en 35 años, después de que las fuerzas de seguridad desmantelaran una célula "terrorista" preparada para atentar contra objetivos policiales.
Tras la detención el sábado en Grecia de al menos cuatro personas sospechosas de tener relación con los yihadistas de Bélgica, las autoridades belgas descartaron el domingo esa conexión.
La violencia en Francia y Bélgica y el incremento de las medidas de seguridad han puesto de relevancia el temor a nuevos atentados provenientes de ciudadanos europeos de regreso a Europa tras haber luchado en Siria o Irak junto a grupos islamistas.
El próximo jueves, la coalición internacional que combate al grupo Estado Islámico (EI) celebrará una reunión en Londres, liderada por el secretario de Exteriores británico, Philip Hammond, y su homólogo estadounidense, John Kerry, para discutir el progreso en la acción contra los yihadistas.
'No cedáis'
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, condenó el "uso de la violencia" en Níger, mientras que el presidente Hollande aseguró que Francia estaba comprometida con "la libertad de expresión", un valor "no negociable".
En un discurso, el presidente francés instó a sus compatriotas a no cambiar sus costumbres, porque "hacerlo sería ceder ante el terrorismo".
Sin embargo, una encuesta para el semanario "Le Journal du Dimanche" difundida este domingo mostraba que el 42% de los franceses creía que los medios deberían evitar difundir caricaturas del profeta Mahoma, y el 50 % era favorable a limitar la libertad de expresión en internet y en las redes sociales.
El editor jefe de Charlie Hebdo defendió las caricaturas, asegurando que protegían la libertad religiosa.
"Cada vez que dibujamos una caricatura de Mahoma, cada vez que dibujamos una caricatura de profetas, cada vez que dibujamos una caricatura de Dios, estamos defendiendo la libertad religiosa", aseguró Gerard Biard a la cadena NBC.
La revista satírica, que tenía una tirada habitual de 60.000 ejemplares, hizo un número "superviviente" especial, que ya ha vendido 2,7 millones de copias solo en Francia. Esta previsto que se impriman un total de siete millones.